El 9 de septiembre de 2024 será recordado como una fecha crucial en la vida de Victoria Federica de Marichalar y Borbón. A sus 24 años, la sobrina del rey Felipe VI decidió dar su primera entrevista televisiva en el programa «El Hormiguero», transmitido por el canal Antena 3. La aparición de la hija de la infanta Elena y Jaime de Marichalar marcó un hito no solo por la audiencia masiva que atrajo, sino también por el impacto que sus palabras y naturalidad tuvieron en la opinión pública y, sobre todo, en la Casa Real Española.

Victoria Federica, considerada la más rebelde de los Borbón, ha sido una figura controvertida desde su adolescencia. A diferencia de sus primos, la princesa Leonor e infanta Sofía, que han mantenido una discreción y formalidad acorde a sus roles futuros en la monarquía, Victoria ha optado por un camino más independiente, alejándose de los protocolos y tradiciones que dicta la familia real. Esta diferencia ha causado incomodidad en Zarzuela, especialmente a la reina Letizia, quien ha hecho esfuerzos considerables por mantener una imagen pública reservada y controlada de la familia real.

 

Sin embargo, lo que más inquietó a la familia real no fue simplemente la entrevista en sí, sino el fenómeno mediático que desató. Con más de seis millones de espectadores pegados a la pantalla para escuchar lo que tenía que decir la joven, «El Hormiguero» alcanzó cifras récord de audiencia, siendo el programa más visto del día y logrando el denominado «Minuto de Oro», el momento con mayor audiencia de toda la jornada. Este éxito convirtió de la noche a la mañana a Victoria Federica en una celebridad mediática, algo que ha causado un gran malestar en Zarzuela, donde el protagonismo de los miembros más jóvenes de la familia real ha sido cuidadosamente gestionado.

Durante la entrevista, Victoria Federica mostró una actitud fresca y desenfadada, muy alejada de la seriedad con la que solemos asociar a los miembros de la familia real. Vestida de manera sencilla y con una sonrisa constante, la joven respondió con naturalidad a todas las preguntas del presentador Pablo Motos, generando una gran empatía entre los espectadores.

La conversación abarcó varios aspectos de su vida, desde su niñez hasta su vida actual como una figura pública e influencer en redes sociales, donde cuenta con más de 300 mil seguidores en Instagram. Uno de los momentos más comentados fue cuando habló sobre su convivencia con escoltas, algo que ha sido una constante desde que nació. «Desde el primer minuto que nací, tuve escoltas detrás de mí», confesó. A lo largo de los años, esta presencia constante la llevó a sentirse «enjaulada» en ocasiones, lo que la motivó a buscar apoyo terapéutico para manejar la presión que sentía.

Victoria también habló de los cambios que ha experimentado ahora que vive de manera más independiente. A pesar de seguir siendo una Borbón, la joven disfruta de una mayor libertad y se siente más cómoda con su vida actual. Sin embargo, esto no fue siempre así. Durante la adolescencia, según admitió, sintió la presión de ser parte de una familia real y el peso de las expectativas que venían con ello. Esta presión la llevó a momentos de rebeldía, como ella misma relató cuando habló de su tiempo en un internado en Inglaterra, donde confesó haber sido una alumna difícil y rebelde.

 

Aunque la entrevista fue bien recibida por el público en general, la Casa Real no compartió el mismo entusiasmo. Zarzuela, la residencia oficial de los reyes de España, ha mantenido tradicionalmente una postura reservada con respecto a la exposición pública de los miembros de la familia real, especialmente los más jóvenes. Si bien es cierto que la princesa Leonor y la infanta Sofía han aparecido en eventos públicos y han sido tema de noticias, siempre lo han hecho bajo un estricto control mediático y de imagen.

En el caso de Victoria Federica, su irrupción como figura pública ha sido mucho más descontrolada. Desde su incursión como influencer hasta su participación en el programa de televisión «El Desafío», la joven ha tomado un camino muy distinto al de sus primos y ha optado por un estilo de vida que no necesariamente coincide con los valores tradicionales de la monarquía. Esto ha causado incomodidad en la familia real, especialmente porque su popularidad podría desviar la atención de otros temas más importantes para la Corona.

Uno de los puntos que más molestó a Zarzuela fue su comentario sobre la relación con sus escoltas. Victoria pintó una imagen de cercanía y respeto hacia ellos, lo que contrastó con informes previos que sugerían lo contrario. Según fuentes cercanas a los servicios de seguridad de la familia real, tanto Victoria como su hermano, Felipe Juan Froilán, no siempre han mostrado un comportamiento respetuoso hacia los escoltas. «Los escoltas cumplen su función, pero no son niñeras», comentaron estas fuentes, aludiendo a episodios donde los jóvenes no facilitaron el trabajo de los agentes.

Este tipo de discrepancias entre la narrativa pública que presentó Victoria Federica y la realidad que se vive dentro de la familia real han generado tensiones. La Casa Real teme que la joven pueda continuar revelando aspectos privados que podrían poner en riesgo la imagen pública de la monarquía, especialmente en un momento en que se están haciendo esfuerzos por renovar la percepción de la Corona en España.

 

A pesar de la preocupación de la Casa Real, lo cierto es que Victoria Federica ha conseguido algo que pocos miembros de la familia real han logrado: conectar con el público de manera auténtica. Su frescura y honestidad, su falta de pretensiones y su estilo de vida más cercano a lo que viven otros jóvenes de su edad han hecho que se gane el cariño de muchos españoles. En un momento en que las monarquías europeas están en constante escrutinio, la figura de Victoria representa un aire fresco que, aunque inquietante para Zarzuela, podría ser vista como una oportunidad para acercar la monarquía a las nuevas generaciones.

La pregunta que muchos se hacen ahora es cuál será el siguiente paso para la sobrina del rey Felipe VI. Aunque es evidente que su vida mediática está en ascenso, también es probable que enfrente mayores restricciones por parte de la Casa Real. A medida que crece su popularidad, también lo hará el control que Zarzuela ejercerá sobre ella, con el objetivo de evitar que episodios como esta entrevista se repitan con frecuencia.

Victoria, por su parte, parece dispuesta a seguir explorando nuevas facetas de su vida pública, tal como lo ha demostrado con su participación en «El Desafío». A medida que avance en su carrera mediática, será interesante ver cómo equilibra su rol dentro de la familia real con su creciente estatus como celebridad.

La entrevista de Victoria Federica en «El Hormiguero» no solo marcó un antes y un después en su vida personal y profesional, sino que también hizo temblar los cimientos de la Casa Real Española. La joven Borbón, con su frescura y sinceridad, ha logrado cautivar a millones de españoles, a pesar de las tensiones que esto ha generado en Zarzuela. Su camino hacia la fama está lleno de incertidumbre, pero lo que es claro es que Victoria Federica está destinada a ser una de las figuras más comentadas de la familia real en los próximos años.