John Wayne, conocido como “El Duque”, es una de las figuras más icónicas del cine de Hollywood. A lo largo de su carrera, protagonizó una serie de películas que lo convirtieron en un símbolo del cine western y de acción, especialmente durante las décadas de 1940 y 1950. Wayne era el tipo de hombre duro que encarnaba el ideal estadounidense del valor y la determinación. Sin embargo, a lo largo de los años, han circulado rumores y especulaciones sobre la verdadera naturaleza de su carácter, tanto dentro como fuera de la pantalla. Recientemente, el nieto de Maureen O’Hara, compañera de Wayne en varias películas, ha confirmado algunos de estos rumores, revelando facetas poco conocidas de la vida de John Wayne.

Maureen O’Hara, la legendaria actriz irlandesa, compartió pantalla con John Wayne en varias ocasiones, convirtiéndose en una de sus compañeras de actuación más memorables. Juntos protagonizaron clásicos como El hombre tranquilo (1952) y Río Grande (1950), donde su química en pantalla era evidente y cautivadora. O’Hara siempre habló con gran respeto y admiración por Wayne, pero también era conocida por ser una mujer de carácter fuerte que no tenía miedo de expresar sus opiniones, lo que a menudo la ponía en confrontación directa con su colega. Sin embargo, detrás de esta relación profesional y de amistad, había rumores sobre aspectos menos conocidos de la vida de John Wayne, que recientemente han sido confirmados por el nieto de O’Hara.

 

En una entrevista reciente, el nieto de Maureen O’Hara, Conor FitzSimons, confirmó algunos de los rumores que durante años rodearon a John Wayne, especialmente en lo que respecta a su comportamiento en el set y su vida personal. FitzSimons, quien creció escuchando historias de su abuela sobre su tiempo en Hollywood, reveló detalles que arrojan una nueva luz sobre la personalidad de Wayne, tanto como actor como individuo.

Uno de los rumores más persistentes sobre John Wayne era su actitud autoritaria y dominante en el set. Según FitzSimons, Wayne era conocido por ser extremadamente perfeccionista y demandante con sus compañeros de trabajo. “Mi abuela siempre me decía que John Wayne tenía una presencia tan imponente que era difícil no sentirse intimidado por él”, dijo FitzSimons. “Era un hombre que sabía lo que quería y no tenía miedo de decirlo, incluso si eso significaba confrontar a los directores o a sus compañeros de reparto”.

Aunque Wayne y O’Hara compartían una relación cercana, FitzSimons confirmó que a veces su abuela se sentía frustrada por la actitud controladora de Wayne. “Maureen lo respetaba mucho, pero también tenía su propio temperamento fuerte. No era raro que tuvieran discusiones acaloradas en el set, aunque al final siempre encontraban una manera de trabajar juntos”.

Uno de los rumores que FitzSimons confirmó está relacionado con la vida privada de John Wayne, específicamente con su batalla con el alcohol. Aunque Wayne era conocido por su robusta imagen pública, se sabía que tenía problemas con el consumo excesivo de alcohol, algo que a menudo afectaba su comportamiento en el set. FitzSimons recordó una conversación que tuvo con su abuela sobre los problemas de Wayne con la bebida: “Maureen siempre decía que John era una persona completamente diferente cuando estaba sobrio. Pero cuando bebía, su temperamento se volvía impredecible, lo que a veces generaba tensiones en el rodaje”.

 

Este comportamiento no solo afectaba sus relaciones profesionales, sino también su vida personal. Wayne, quien estuvo casado tres veces, tenía una vida amorosa tumultuosa, marcada por infidelidades y conflictos matrimoniales. Según FitzSimons, su abuela creía que parte de los problemas de Wayne provenían de la dificultad que tenía para equilibrar su carrera con su vida familiar. “John era un hombre que vivía para su trabajo. Le costaba mucho desconectar del cine y eso afectaba profundamente sus relaciones personales”, explicó FitzSimons.

Otro de los rumores que han rodeado a John Wayne durante décadas es su ferviente patriotismo, que en ocasiones lo llevó a ser criticado por su postura política y su apoyo a la Guerra de Vietnam. FitzSimons confirmó que Wayne era un hombre profundamente patriótico, que veía en sus películas una oportunidad para promover los valores tradicionales estadounidenses. “Mi abuela siempre me dijo que John creía en la idea del ‘sueño americano’. Para él, sus películas no eran solo entretenimiento, sino una forma de inspirar a la gente a ser más fuerte y más valiente”, dijo FitzSimons.

Sin embargo, este compromiso con el patriotismo a veces lo ponía en desacuerdo con sus colegas. Wayne era conocido por ser un conservador acérrimo en una época en la que muchos en Hollywood tenían posturas más liberales. Según FitzSimons, su abuela y Wayne discutían con frecuencia sobre política, pero siempre mantenían un respeto mutuo. “Maureen y John tenían puntos de vista muy diferentes sobre ciertos temas, pero siempre encontraban una manera de mantener su amistad a pesar de las diferencias”, dijo.

A pesar de los aspectos más oscuros de la vida de John Wayne que FitzSimons ha revelado, también fue enfático al destacar que su abuela siempre consideró a Wayne un hombre con un gran corazón. “John podía ser terco y difícil, pero también era increíblemente generoso y leal con las personas que amaba”, dijo FitzSimons. “Mi abuela siempre me decía que, aunque John tenía sus defectos, era alguien en quien podías confiar, alguien que siempre estaba dispuesto a ayudar a un amigo en apuros”.

 

Una de las historias que FitzSimons compartió fue la manera en que Wayne apoyó a O’Hara durante uno de los momentos más difíciles de su vida. En la década de 1960, cuando O’Hara enfrentaba una serie de problemas personales, Wayne estuvo a su lado, brindándole su apoyo incondicional. “John era como un hermano mayor para Maureen. Siempre estaba ahí para ella cuando lo necesitaba, y eso es algo que ella nunca olvidó”, relató FitzSimons.

A pesar de los rumores y las controversias que han surgido a lo largo de los años, John Wayne sigue siendo una figura monumental en la historia del cine. Su influencia en el género western y su impacto en la cultura popular son innegables. Para FitzSimons, es importante que la gente vea a Wayne no solo como un ícono, sino también como un ser humano con sus propias luchas y defectos.

“Mi abuela siempre decía que John Wayne era más grande que la vida, pero al final del día, también era solo un hombre”, dijo FitzSimons. “Creo que es importante recordar eso. John tenía sus demonios, como todos nosotros, pero también tenía una pasión y un compromiso con su trabajo que lo hicieron destacar entre los demás”.

Las revelaciones de Conor FitzSimons, nieto de Maureen O’Hara, han arrojado nueva luz sobre la verdadera naturaleza de John Wayne. Detrás de su imponente figura pública, había un hombre complejo, con virtudes y defectos, que enfrentaba sus propias batallas personales. Si bien su legado en el cine y la cultura estadounidense es indiscutible, estas nuevas perspectivas nos recuerdan que incluso los íconos más grandes son, en última instancia, humanos.

 

A través de los ojos de Maureen O’Hara y las historias transmitidas por su nieto, podemos apreciar a John Wayne no solo como el héroe que veíamos en la pantalla, sino también como un hombre que, al igual que sus personajes, luchaba por encontrar su lugar en un mundo lleno de desafíos. En última instancia, es esta dualidad la que hace que su legado sea aún más fascinante y duradero.