Taylor Swift, una de las artistas más influyentes del mundo, ha entrado de lleno en el ámbito político en los últimos años, demostrando su poder no solo en la música, sino también en la esfera pública.

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Con millones de seguidores en todo el mundo, Swift tiene una plataforma inmensa que le permite llegar a un público joven y diverso. En 2018, hizo su primera gran declaración política, apoyando a un candidato demócrata en su estado natal de Tennessee, lo que generó un aumento significativo en el número de registros de votantes.

Ahora, ha vuelto a hacerlo, esta vez respaldando a la candidata a la vicepresidencia Kamala Harris en las elecciones de 2020.

El anuncio de Swift fue recibido con entusiasmo por muchos de sus seguidores. Lo que destacó de su publicación fue su referencia autodenominándose “una señora de los gatos sin hijos”, una respuesta directa a los comentarios realizados por J.D. Vance, el compañero de fórmula del presidente Donald Trump.

Vance había criticado a los demócratas, afirmando que el partido estaba liderado por “señoras de los gatos sin hijos”, en lo que muchos interpretaron como un comentario despectivo hacia mujeres que eligen no tener hijos. Swift, conocida por su amor a los gatos, aprovechó la oportunidad para hacer un comentario irónico y, al mismo tiempo, empoderar a las mujeres que se ven reflejadas en esa descripción.

La participación de Swift en el debate político ha generado preguntas sobre el impacto real que puede tener una figura del entretenimiento en la política.

Aunque las celebridades han estado involucradas en la política estadounidense durante décadas, Swift es una de las estrellas más grandes y globales en la actualidad, con más de 280 millones de seguidores en Instagram, lo que le otorga un alcance sin precedentes. Su respaldo no solo llega a jóvenes estadounidenses, sino también a millones de personas en todo el mundo.

El impacto de sus declaraciones en las elecciones es difícil de medir con exactitud. En 2018, después de que Swift respaldara al candidato demócrata en Tennessee, hubo un aumento significativo en los registros de votantes, con más de 160,000 nuevos registros en solo 48 horas.

Sin embargo, a pesar de este aumento en la participación, el candidato que apoyó no ganó. Esto sugiere que, aunque su influencia es innegable, no siempre se traduce directamente en resultados electorales.

How did Taylor Swift get so popular? She never goes out of style

En el caso de Kamala Harris, la situación es diferente. Como candidata a la vicepresidencia en un contexto político altamente polarizado, cualquier respaldo de una figura como Swift puede contribuir a generar entusiasmo entre los votantes jóvenes, un grupo demográfico clave que los demócratas buscan movilizar. Además, el respaldo de Swift llega en un momento crucial, justo después de un debate político, lo que aumenta la visibilidad de su apoyo.

Más allá de la política, el gesto de Swift también tiene implicaciones culturales. Su decisión de abrazar el estereotipo de “señora de los gatos” y darle un giro positivo es un ejemplo de cómo las celebridades pueden utilizar su influencia para desafiar normas sociales y empoderar a sus seguidores.

Swift, al igual que muchas otras figuras públicas, está demostrando que la política y el entretenimiento están cada vez más entrelazados en la era digital, donde una publicación en redes sociales puede tener un impacto significativo en la conversación pública.

En resumen, el respaldo de Taylor Swift a Kamala Harris es un recordatorio del poder de las celebridades en la política moderna. Aunque el efecto directo en las elecciones aún está por verse, lo que es innegable es que Swift ha utilizado su plataforma para amplificar temas importantes y movilizar a una nueva generación de votantes.