El nombre de Shakira no deja de resonar en los medios de comunicación, y no solo por su exitosa carrera musical, sino también por los constantes conflictos que ha mantenido con Gerard Piqué desde su separación en 2022. Esta vez, la disputa ha dado un nuevo giro, involucrando a Montserrat Bernabéu, madre del exfutbolista del FC Barcelona, y a los dos hijos que la cantante comparte con él: Milan y Sasha.

En los últimos días, ha surgido información delicada proveniente del círculo cercano a Shakira. Según fuentes fiables, Milan y Sasha, los hijos de la pareja, habrían transmitido a su madre comentarios hirientes que escucharon durante su estancia con Piqué y su familia. Estas palabras habrían tenido un fuerte impacto en la cantante colombiana, lo que la llevó a tomar nuevas medidas para proteger a sus hijos y su bienestar emocional.

Uno de los detalles más llamativos es que estos comentarios provienen no solo del propio Piqué, sino también de su entorno familiar, en particular de su madre, Montserrat Bernabéu. La situación ha generado una nueva ola de tensión entre Shakira y los padres de Piqué, una relación que ya estaba bastante deteriorada desde la separación.

La mansión que la pareja compartía en Esplugas de Llobregat, Barcelona, sigue siendo un foco de problemas. Desde que se separaron, Shakira ha intentado vender la propiedad, pero la transacción ha sido todo menos sencilla. Según las últimas informaciones, la casa está valorada en unos 15 millones de euros, pero las ofertas más altas que se han recibido no superan los 10 millones. Esto ha generado una gran discrepancia entre las partes, ya que la mitad de la propiedad pertenece a la sociedad del padre de Gerard Piqué, Joan Piqué, y la otra mitad a Shakira.

La cantante, que considera esta casa como suya, no está dispuesta a regalar su parte por un precio inferior al valor que ella estima justo. Además, cada vez que Shakira regresa a Barcelona, ya sea por motivos legales o personales, prefiere hospedarse en esta vivienda en lugar de acudir a un hotel. Esto evidencia que, a pesar de las tensiones, la casa sigue teniendo un valor emocional para ella.

La propiedad en cuestión fue diseñada a medida para Shakira, con todos los lujos y comodidades que necesitaba para su vida diaria. Incluye un gimnasio, un estudio insonorizado para ensayar sus canciones, y una serie de características que la hacen única. Para Shakira, esta mansión no es solo una casa, sino un símbolo de lo que fue su vida junto a Piqué y sus hijos.

Desde que comenzó el proceso de separación, la relación entre Shakira y Montserrat Bernabéu ha ido de mal en peor. Aunque en un principio ambas mantenían una cordialidad por el bien de Milan y Sasha, las tensiones han ido en aumento a medida que nuevos conflictos han surgido.

Montserrat, que siempre ha sido una figura muy presente en la vida de Piqué, parece haber tomado partido en el conflicto, lo que ha generado incomodidad en Shakira. Según se ha informado, durante las últimas vacaciones que Milan y Sasha pasaron con su padre y sus abuelos paternos, surgieron una serie de comentarios despectivos hacia Shakira que los niños no dudaron en contar a su madre al regresar.

Este hecho ha enfurecido a Shakira, quien ha reiterado en varias ocasiones que ella nunca ha hablado mal de Piqué delante de sus hijos, a pesar de las circunstancias de su separación. La cantante colombiana siente que la familia de Piqué ha cruzado una línea muy delicada al permitir que estos comentarios lleguen a oídos de Milan y Sasha, y no está dispuesta a permitir que esta situación se repita.

Shakira, que ha estado envuelta en varios juicios en España relacionados con su situación fiscal, ha mostrado una gran fortaleza durante todo este proceso. Sin embargo, la presión mediática y legal parece no cesar. Hace poco, Shakira escribió una carta al diario El Mundo en la que denunciaba el trato sexista y desproporcionado que, según ella, ha recibido por parte de Hacienda. La cantante argumenta que la Agencia Tributaria española ha actuado de manera ejemplarizante contra ella, en un intento de asustar a otros contribuyentes y sacar provecho de su situación.

En su carta, Shakira afirma que durante los años 2012 y siguientes no residía en España de manera permanente, sino que viajaba al país para visitar a su entonces pareja, Gerard Piqué. Esta declaración ha sido vista por algunos como una estrategia para minimizar su responsabilidad fiscal en España, pero para la artista, esto es una cuestión de justicia. Shakira considera que ya ha pagado sus impuestos en otros países y que la Hacienda española ha sido injusta al exigirle pagos adicionales por un mismo hecho.

La publicación de esta carta ha generado un gran revuelo mediático, y muchos se preguntan si realmente era necesario reabrir este debate, dado que el tema parecía haber quedado zanjado. Sin embargo, según fuentes cercanas a la cantante, la motivación detrás de esta carta proviene de los comentarios que sus hijos escucharon durante su estancia con Piqué y su familia. Shakira, preocupada por la imagen que se está proyectando de ella ante Milan y Sasha, decidió tomar medidas para aclarar su posición y defender su reputación.

Por su parte, Gerard Piqué ha mantenido un perfil relativamente bajo desde que comenzaron los conflictos con Shakira. Aunque ha sido visto en varias ocasiones con sus hijos, su tiempo con ellos es limitado a las vacaciones, lo que ha generado críticas por parte de la cantante colombiana. Shakira ha insinuado en varias ocasiones que Piqué no pasa suficiente tiempo con Milan y Sasha, y que su relación con ellos se ha visto afectada por su estilo de vida.

Además, Piqué también ha enfrentado problemas legales, como su imputación en el caso de la Supercopa de España, lo que ha añadido más tensión a su situación. A pesar de todo esto, Piqué ha tratado de mantener la calma y evitar responder públicamente a las declaraciones de Shakira, aunque su entorno cercano, incluida su madre, parece haber adoptado una postura más crítica hacia la cantante.

La batalla entre Shakira y Piqué, que comenzó como una separación complicada, ha evolucionado hasta convertirse en una guerra mediática y legal que involucra a sus hijos, sus familias y hasta sus bienes patrimoniales. La situación parece estar lejos de resolverse, y cada nuevo acontecimiento añade más leña al fuego.

Shakira, que siempre ha sido una mujer fuerte y decidida, no está dispuesta a ceder terreno en esta batalla. Para ella, la prioridad son sus hijos, y hará todo lo que esté en su poder para protegerlos, incluso si eso significa enfrentarse a la familia de Piqué.

Mientras tanto, el público sigue de cerca cada desarrollo de esta historia, que parece sacada de un drama de telenovela. Con dos figuras públicas tan influyentes como Shakira y Piqué, es difícil prever cómo terminará este conflicto, pero lo que es seguro es que aún queda mucho por contar.