Penélope Cruz, la aclamada actriz española conocida por sus dinámicos papeles en películas como “Volver” y “Vicky Cristina Barcelona”, ha revelado recientemente un aspecto único de su proceso actoral: no puede permanecer en el personaje todo el día.

A pesar de su profunda inmersión en sus papeles mientras estaba en el set, Cruz enfatiza la importancia de separar su trabajo de su vida personal.

En una sincera entrevista, Cruz compartió: “Actuar requiere una concentración intensa y una inversión emocional, pero es crucial para mí desconectarme una vez que las cámaras dejan de grabar.

Necesito volver a ser yo mismo por el bien de mi salud mental y de mi familia”.

Este enfoque ayuda a Cruz a mantener un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal, especialmente porque sus roles a menudo exigen una profundidad emocional y psicológica significativa.

Encuentra consuelo en su familia, particularmente en su esposo Javier Bardem y sus dos hijos, quienes le brindan una presencia sólida lejos del exigente mundo de la actuación.

La perspectiva de Cruz destaca la importancia del bienestar mental en la profesión de actor.

Al trazar límites claros entre sus personajes y su vida personal, garantiza la longevidad de su carrera y al mismo tiempo preserva su salud emocional.

Este equilibrio es clave para su éxito y felicidad sostenidos tanto dentro como fuera de la pantalla.