La ex de Johnny Depp vive en silencioso pueblo del interior donde “habla español con acento mexicano” y lleva a su hija en la guardería “como una madre más”. El casoplón que ha alquilado se vendía por 2,8 millones.

Detalle de la casa donde se aloja Amber Heard en Mallorca.GTRES

“Es como una más, compra fruta y verdura, habla español con acento mexicano y es muy educada, siempre nos da los buenos días”. Miguel contesta con discreción desde el otro lado del mostrador.

Es un hombre afable que regenta el pequeño colmado de la plaza del pueblo. El colmado. Porque en Costitx (apenas 1.270 habitantes) todo se conjuga en singular. La farmacia, el horno, la plaza, la cacique. Y, desde hace unos meses, la famosa.

Desde su tienda, Miguel y su compañera ven por las tardes cómo una deslumbrante (y deslumbrada) estrella de Hollywood juega con su hija en el parque infantil, una modesta instalación con un tobogán multicolor y dos caballos de muelle.

Esa mujer que intenta vivir de incógnito, y que para el dependiente es “más guapa en persona que en la tele”, es Amber Heard (36 años), actriz, modelo y ex mujer del archiconocido actor Johnny Depp (59), con quien mantuvo una sonada y escandalosa guerra judicial que tuvo en vilo a la audiencia mundial la pasada primavera, atrapándola con la exhibición pública de todas sus miserias conyugales.

LOS LUGAREÑOS LA QUIEREN

“Aquí todo el mundo la trata como una más; de hecho ya lleva meses en este pueblo sin que nadie lo supiera… Mira, ella la reconoció enseguida”, explica Miguel señalando con la cabeza a su compañera en el negocio, que asiente mientras sostiene en sus manos dos espléndidas coles.

“Yo la vi y supe quién era, lo comprobé en Internet… pero no dijimos nada, aquí no molestamos a nadie, cada uno hace su vida y no nos metemos con la gente que viene”, explica la tendera a LOC con naturalidad y clara simpatía por la nueva vecina.

No hay duda: de todos los rincones del mundo que Heard podría haber escogido para pasar desapercibida, esta pequeña localidad mallorquina es una de las más apropiadas.

Situada en el centro de la isla, Costitx es un pueblo donde el silencio es casi una religión. “Aquí la gente va a lo suyo, vive y deja vivir, es lo que toca”, explica el camarero del bar Central mientras sirve cafés y carajillos a los parroquianos en esta húmeda y templada mañana de octubre.

Hay vecinos de su misma calle que sólo admiten la presencia de Heard cuando se les insiste en la pregunta. Y pese a eso no quieren señalar dónde vive. “Es que no queremos molestarla”, explican a pie de calle dos señoras que vuelven de comprar el pan.

La omertá lleva perfeccionándose en Costitx desde tiempos inmemoriales, y alcanzó su cénit más cuando la mujer que acaparó más poder en la Mallorca democrática, Maria Antònia Munar, construyó su leyenda de poder desde este minúsculo pueblo situado en un promontorio que ya fue refugio y santuario de pueblos prehistóricos.

La expolítica, condenada a 14 años de cárcel por delitos de corrupción y libre desde 2020, hunde sus raíces en este pueblo, donde su linaje sigue siendo omnipresente. De hecho, según explican en el pueblo, la casa que ha alquilado la actriz norteamericana para huir del mundanal ruido pertenece a la familia de la que fue durante 12 años presidenta de Mallorca. El clan Munar.

Es un chalé de lujo construido en 2020 en el casco histórico del pueblo, un casoplón reformado que se levanta donde antes había un antiguo edificio en desuso. Salta a la vista y desentona entre las casas más antiguas.

De líneas modernas y ortogonales, el chalé, de 479 metros cuadrados, destaca por sus grandes ventanales. Tiene una piscina infinita con vistas a los llanos del centro de la isla y, al fondo, a la sierra de Tramuntana.

Está equipada con todas las comodidades y sofisticados sistemas electrónicos, recreando un cine en su interior con equipos de la exclusiva firma Bang & Olufsen. Hasta hace poco, se anunciaba a la venta por 2,8 millones de euros. Al haberlo alquilado la actriz de Aquaman, el anuncio ha sido eliminado de la web.

Se desconoce cuánto pagará la artista por este retiro mallorquín cuando sobre ella pende la multimillonaria indemnización (unos 8 millones de euros) que debe a su ex marido después de perder en primera instancia el juicio por difamación.

Heard vive en Costitx “desde hace meses”, tal y como explican los propios vecinos con colectiva complicidad. Se mudó junto a su hija de año y medio, llamada Oonagh, al terminar el sonado proceso contra Depp. Primero llegó con una asistenta, luego con más gente. Entre sus acompañantes en los últimos días, figura una mujer que, según señalan en los medios estadounidenses y mallorquines, es su expareja, la directora de fotografía Bianca Butti.

La actriz pasea por Costitx discretamente, vestida siempre con ropa informal y con la mochila portabebés. No monta fiestas ni saraos, cuentan los vecinos. Va al parque infantil por las tardes y habla con otros padres que salen del colegio, como si fuese una más. Compra en los comercios locales, “regalos, cosas normales”, explica el dependiente del estanco. No compra tabaco.

Heard llegó a poner un nombre ficticio en la puerta de su casa para vivir en el anonimato. El de Martha Jane Cannary, exploradora y pionera de armas tomar en el salvaje oeste norteamericano del siglo XIX.

La referencia, sin embargo, ha desaparecido. No es la primera vez que juega al despiste. En enero ya difundió una imagen en redes con un escueto “Hola Madrid!”, pero un detalle evidencia que estaba en Palma: en la tapa de una alcantarilla se lee el nombre de la ciudad mallorquina.

La ex del famoso actor que encarna a Jack Sparrow, ilustre pirata del Caribe, huye de los focos. Para ello ha elegido el silencio de Costitx, en lo profundo de una isla de larga tradición pirata. Aunque no en versión caribeña, sino marcadamente mediterránea.