Algunas personas tienen la capacidad de ver la bondad en los demás y saber cuándo dar apoyo incondicional al que lo necesita.

Esto fue lo que pasó justo por la mente de Salma Hayek cuando conoció a Penélope Cruz en sus inicios en Hollywood.

En Genial.guru amamos las historias que parecen de película, pero que suceden en la vida real. Por eso te contamos lo afortunadas que fueron Salma y Penélope al conocerse.

Tenemos que viajar a los años 90, cuando la actriz Salma Hayek estaba comenzando su carrera actoral en los Estados Unidos.

Ya había logrado alcanzar reconocimiento en México, su país natal, pero llegar a Hollywood en esa época con acento latino no era nada fácil, menos aun cuando las estrellas del momento eran famosas como Jennifer Aniston, de la serie Friends.

Por otro lado, Penélope Cruz, después de haber obtenido fama en varias series de la televisión española, logró conseguir un papel en Hollywood.

Debido a eso, decidió irse por dos meses a los Estados Unidos, y aunque no conocía a nadie, tenía intenciones de abrirse paso en la gran industria.

Por fortuna, Penélope conoció a Salma, aunque solo habían hablado por teléfono.

Hayek, al enterarse de que Cruz iría a Los Ángeles, decidió ayudarla sin pensarlo dos veces.

La mexicana entendía muy bien lo difícil y solitario que podía llegar a ser abrirse paso en la gran pantalla hollywoodense.

Penélope llegó a Los Ángeles con la idea de quedarse en un hotel, pero Salma se ofreció no solo a ir a buscarla al aeropuerto, sino que también le dijo: “No vas a irte a un hotel. Te vienes a mi casa, porque esto es duro al inicio. Te vas a sentir muy sola”.

Ya en casa de Hayek, Cruz estaba tan asustada que contó que a mitad de la noche le agarraba la mano a Salma porque tenía miedo.

Así fue cómo se conocieron estas actrices. Se han apoyado desde entonces. A pesar del pasar de las décadas y de llevar unas agendas y vidas personales sumamente ocupadas, el sentimiento mutuo no ha cambiado. Tanto así que desde entonces se consideran hermanas.

Penélope dejó en claro lo buena amiga que fue y es Salma. Ella mencionó: “Me dijo, quieras o no, no me conoces, pero te vas a venir a mi casa, no te voy a dejar sola. La quiero tanto, desde el primer día ha sido así conmigo”.

“Fue increíble que alguien a quien verdaderamente no conocía, solo por teléfono, se asegurara de recogerme en el aeropuerto y no me dejara quedarme en un hotel”.