La reciente colaboración entre Andrea Bocelli y Karol G en la nueva versión de “Vivo por ella” ha desatado un amplio debate entre los seguidores de ambos artistas y los amantes de la música en general.

Este proyecto, que mezcla dos estilos vocales tan dispares como el clásico de Bocelli y el urbano de Karol G, ha sido percibido como un intento atrevido de unir lo tradicional con lo moderno, pero no ha estado exento de críticas, especialmente hacia la participación de la cantante colombiana.

Comencemos analizando el aspecto vocal de Andrea Bocelli.

A lo largo de los años, la voz de Bocelli ha cambiado, algo normal en la trayectoria de cualquier artista.

En esta nueva versión de “Vivo por ella”, su voz suena más grave y rasgada en algunos momentos, reflejando el paso del tiempo y la madurez vocal que ha adquirido.

A diferencia de sus interpretaciones anteriores, donde su voz sonaba más completa y pura, ahora se perciben matices más rotos, especialmente en los finales de algunas frases.

Sin embargo, esta evolución no resta calidad a su interpretación, ya que Bocelli sigue mostrando un dominio técnico impresionante.

Lo que sí se mantiene constante es su capacidad para manejar las dinámicas vocales con maestría, alternando entre momentos de gran intensidad y otros más suaves, lo que le permite transmitir emoción en cada frase que canta.

Por otro lado, Karol G ha sido el centro de la mayoría de las críticas.

Muchos de los seguidores de la versión original de la canción, que fue interpretada por Bocelli junto a Marta Sánchez, han señalado que la interpretación de Karol G carece de la fuerza y potencia que la canción exige en ciertos momentos.

Es importante destacar que Karol G, aunque es una artista de renombre mundial en el género urbano, tiene un estilo vocal muy diferente al de Marta Sánchez, y eso es algo que no se puede pasar por alto.

Mientras Marta Sánchez poseía una voz más grande y poderosa, Karol G opta por un enfoque más suave y controlado, algo que para muchos no encaja bien con una canción como “Vivo por ella”.

Una de las críticas más frecuentes hacia la interpretación de Karol G es el uso excesivo de autotune y otros efectos de afinación digital.

Si bien es cierto que la mayoría de las grabaciones de estudio actuales utilizan algún grado de afinación digital para perfeccionar las voces, muchos oyentes sienten que el uso de estos efectos en la voz de Karol G le resta naturalidad y dinamismo a su interpretación.

En una canción como “Vivo por ella”, que exige grandes emociones y una entrega vocal apasionada, el exceso de perfección digital puede hacer que la interpretación pierda esa “vida” que debería transmitir el artista.

Además, al estar tan afinada digitalmente, la voz de Karol G suena demasiado lineal, sin las variaciones de intensidad que caracterizan una interpretación en vivo o menos editada.

Otro punto que se ha discutido es la falta de belting por parte de Karol G en los momentos más emotivos de la canción.

El belting es una técnica vocal que consiste en cantar con una voz potente y proyectada, y en “Vivo por ella”, especialmente en los estribillos, la canción parece pedir a gritos este tipo de interpretación.

Mientras Bocelli logra mantener esa potencia y emoción en su parte, Karol G se queda en una zona más cómoda, sin arriesgarse a ir más allá de su estilo habitual.

Esto ha generado la sensación entre muchos oyentes de que la interpretación de Karol G no logra estar a la altura de la canción, no por falta de afinación o técnica, sino por falta de emoción y entrega.

Además, se ha comentado mucho sobre la falta de vibrato en la interpretación de Karol G.

El vibrato es una técnica vocal que consiste en añadir una ondulación o variación ligera a las notas sostenidas, lo que aporta profundidad y emoción a la interpretación.

Mientras Bocelli utiliza su vibrato de manera magistral, dándole vida a cada nota, Karol G opta por mantener sus notas más lisas y sin vibrato, lo que para algunos hace que su interpretación suene demasiado plana o carente de emoción.

En una canción como “Vivo por ella”, que tiene notas largas y sostenidas, la falta de vibrato puede hacer que las notas suenen menos expresivas y más monótonas.

Es importante también mencionar que Karol G no está desafinada en ningún momento de la canción.

Las críticas no se refieren a su capacidad técnica, ya que su interpretación está perfectamente afinada, tanto por su habilidad vocal como por el trabajo de postproducción.

El problema para muchos radica en la falta de dinamismo y de emoción que se espera en una canción de este tipo.

Karol G tiene una voz más pequeña y contenida, lo cual no es necesariamente algo negativo, pero en una canción que exige grandeza y pasión, esa suavidad puede quedarse corta en comparación con lo que el público espera.

A pesar de las críticas, hay quienes defienden la participación de Karol G y valoran su esfuerzo por aventurarse en un terreno completamente diferente al suyo.

No es fácil para una cantante de música urbana adaptarse a un repertorio lírico o clásico, y Karol G ha hecho su mejor intento por mantenerse fiel a su estilo, sin intentar imitar a Marta Sánchez o forzarse a hacer algo que no es natural para ella.

Además, la colaboración con Bocelli puede verse como una oportunidad para ampliar su repertorio y llegar a un público diferente.

Por otro lado, Andrea Bocelli sigue siendo el punto fuerte de la canción. Su interpretación es técnicamente impecable y emotiva, y demuestra por qué sigue siendo uno de los tenores más respetados del mundo.

Sus notas altas, su vibrato y su control de las dinámicas vocales son una clase magistral de canto, y su presencia en la canción es lo que mantiene viva la esencia original de “Vivo por ella”.

Mientras Karol G ofrece una interpretación más moderna y contenida, Bocelli aporta la grandeza y la emoción que la canción necesita.

En conclusión, la colaboración entre Andrea Bocelli y Karol G en “Vivo por ella” ha dividido opiniones.

Para algunos, es una interesante fusión de estilos que muestra el riesgo y la innovación, mientras que para otros, la interpretación de Karol G no logra estar a la altura de la canción.

A pesar de las críticas, es innegable que esta colaboración ha generado conversación y ha puesto de nuevo en el foco una canción tan emblemática.

Al final, como en toda forma de arte, la música es subjetiva, y lo que para algunos puede ser una interpretación adecuada, para otros puede no cumplir con las expectativas.