El reciente homenaje al gran maestro Omar Geles fue un emotivo tributo que resonó en el corazón de todos los presentes.

En medio del Parque de la Leyenda Vallenata, colegas, amigos y familiares se unieron para cumplir su última voluntad: recordar su legado a través de la música y el amor que compartió con todos.

La tristeza era palpable en el ambiente mientras su madre, Hilda Suárez, visiblemente afectada, agradecía a todos por el apoyo en este difícil momento.

“Él me dijo que no le guardara luto, pero yo sí lo haré”, confesó con lágrimas en los ojos, reflejando la complejidad del duelo que enfrentaba.

Su dolor, aunque profundo, se entrelazaba con un agradecimiento sincero hacia quienes se reunieron para honrar la memoria de su hijo, un hombre que dejó una huella imborrable en la música vallenata.

Ana del Castillo, una de las artistas más cercanas a Omar, también compartió su dolor en el escenario. Con la voz entrecortada, expresó: “Quisiera que esto fuera una pesadilla”.

Sus palabras resonaron en el aire mientras intentaba cantar una estrofa del último tema que él escribió para ella, “Que ya te gusta dormirte entre mis brazos”.

Este gesto simbolizaba no solo la conexión artística entre ambos, sino la profunda amistad que existía.

La emoción de Ana evidenciaba el impacto que la partida de Omar había tenido en su vida y carrera.

Silvestre Dangond, otro destacado acordeonero y amigo cercano, se unió a este homenaje. Interpretó la canción que Omar había elegido para ser recordado, llenando el ambiente de nostalgia y amor.

Con su voz quebrada, Silvestre reflejaba la tristeza de toda Latinoamérica, que se unió en llanto y homenaje al artista.

Su interpretación fue un recordatorio de que la música tiene el poder de sanar y conectar a las personas, incluso en los momentos más oscuros.

A lo largo del evento, otros colegas, como Iván Villazón y Miguel Morales, compartieron la pena colectiva, recordando la energía y carisma de Omar Geles.

Cada actuación y cada palabra pronunciada era un testimonio de la profunda admiración que sus amigos y compañeros sentían por él.

La comunidad vallenata estaba de luto, pero también celebrando el legado que Omar había dejado a través de sus canciones y su generosidad.

La madre del artista, a pesar de su dolor, mostró una fortaleza admirable al entonar la canción “Los caminos de la vida”.

Con su voz temblorosa, logró conmover a los presentes, quienes no podían contener las lágrimas.

En sus ojos se podía ver la lucha interna entre la tristeza y el orgullo por haber sido la madre de un talento tan excepcional.

Este homenaje no solo fue un adiós, sino una celebración de la vida y la música de Omar Geles.

Se convirtió en un espacio donde todos compartieron recuerdos, risas y lágrimas, recordando la alegría que él trajo a sus vidas.

Su legado perdurará a través de las canciones que compartió, las historias que dejó y el amor que sembró en cada corazón que tuvo la fortuna de conocerlo.

La música de Omar seguirá sonando en cada rincón, y su espíritu vivirá en las notas que interpreten aquellos que lo amaron.

Al final de la velada, todos los presentes entendieron que, aunque la pérdida era devastadora, el amor que Omar Geles dejó atrás sería el ultimate consuelo en medio del dolor.

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