En el mundo de la música, hay nombres que no se pueden pasar por alto, y Earth, Wind & Fire es uno de ellos.

Maurice White, un destacado músico y líder de la banda, tuvo una visión creativa que llevó la música en una nueva dirección.

Originalmente, Maurice era conocido como un excelente baterista, participando en numerosas grabaciones famosas en Chess Records y tocando jazz por la noche.

Muchas personas no saben que fue un batería prodigioso, que colaboró con el director de orquesta Ramsey Lewis durante aproximadamente cinco años.

Maurice siempre tuvo el sueño de formar su propia banda, donde pudiera combinar varios géneros musicales como jazz, gospel, funk, blues y rock.

El proceso de formación de Earth, Wind & Fire no fue sencillo; duró alrededor de cinco a seis años.

Al principio, Maurice no era el bajista del grupo, sino Satterfield, mientras actuaban en Chicago.

Después de dejar a Ramsey Lewis, Maurice tomó la audaz decisión de seguir su sueño musical.

De hecho, al informarle a Ramsey sobre esta intención, recibió un consejo: “Tómate una aspirina y ve a dormir”, lo que solo reafirmó la determinación de Maurice.

Cuando Maurice decidió reunir a la banda, Earth, Wind & Fire comenzó con nombres como Fleming, Don Whitehead, Sherry Scott y Michael Beal.

Un evento importante tuvo lugar el 6 de junio de 1970, cuando Maurice dejó la universidad sin esperar a recibir su expediente académico, para seguir su camino musical.

Renunció a una beca completa de cuatro años en una prestigiosa escuela de música para regresar a su verdadera pasión.

El viaje desde esos primeros y difíciles pasos hasta que Earth, Wind & Fire se convirtiera en un ícono musical no solo es una historia de perseverancia y pasión, sino también un testimonio del poder de la música para conectar a las personas.

La banda no solo ha cambiado la vida de millones de fans, sino que también ha creado éxitos resonantes con una sonoridad diversa y llena de creatividad.

Earth, Wind & Fire ha consolidado su lugar en la historia de la música, dejando una huella imborrable en el corazón de los amantes de la música en todo el mundo.