Penélope Cruz es una de las actrices más reconocidas de la historia del cine español. La nativa de Alcobendas fue la primera actriz de nuestro país en ser nominada y posteriormente ganar el Oscar, gracias a sus papeles en Volver Vicky Cristina Barcelona.

Desde entonces ha seguido trabajando sin descanso hasta la actualidad, cuando este viernes se estrene Ferrari, el repaso de la vida de Enzo Ferrari donde interpreta a su esposa Laura.

Para poder presentar la película a su público, Cruz ha sido la primera invitada de la semana en El Hormiguero con Pablo Motos.

Allí, la actriz ha podido hablar largo y tendido del detallismo del director Michael Mann, la dureza de las escenas que tuvo que compartir con Alan Driver y su autoexigencia a la hora de ponerse frente a las cámaras.

Sin embargo, uno de los detalles más interesantes de la conversación ha sido sobre otro proyecto, anterior a Ferrari.

En 2018, Penélope fue una de las integrantes del reparto de American Crime Story: El asesinato de Gianni Versace. La actriz madrileña ocupó el rol de Donatella Versace, modelo y directora de la marca italiana que lleva su apellido.

Esta fue fundada por su hermano Giovanni Maria, más conocido como Gianni, hasta que fue asesinado en 2017 a manos del estadounidense Andrew Cunanan. Un formato corto, que duró 9 episodios.

A pesar de ello, Cruz sintió que se había obsesionado con el personaje durante su caracterización, y tenía la sensación de que la cosa iría a mucho más.

“Cuando tienes mucho material, como era el caso de Donatella, yo me obsesioné a unos niveles que cuando terminamos de rodar la serie, en mi cabeza yo me había montado esta fantasía de que eso no se había terminado, que no iba a ser una serie limitada de 10 capítulos”, contaba.

Penélope Cruz en ‘El Hormiguero’

Atresmedia

Daba para más

“En algún momento seguiríamos y seguiríamos contando la historia de Donatella. Y todavía lo tengo ahí, como una fantasía, porque estuve tanto tiempo conviviendo con su energía y tan metida en su historia, en su historia con su hermano… me obsesioné muchísimo.

Es lo que te puede pasar cuando estás rodando una serie por mucho tiempo”, ampliaba Cruz. Una obsesión que también se traslada a los rodajes por sus ganas de hacer las escenas perfectas.

“Nunca pienso que lo he clavado. Luego me castigo mucho, incluso los días que me quedo contenta, siempre falta algo. No puedo evitar a sacar el látigo, ahí fue Javier que me ayudó mucho.

Me doy mucha caña”, confesaba la actriz, sintiendo que su compañero Javier Bardem le permitía ser menos exigente e intentar ver las cosas desde una perspectiva menos agresiva.