Jaco Pastorius, conocido como uno de los bajistas más innovadores y talentosos de la historia, no solo dejó una huella imborrable en el mundo de la música, sino que también cultivó una conexión profunda y significativa con su hija, Mary.

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Su relación fue una mezcla de amor, admiración y la influencia del talento musical que corría en sus venas.

Nacida en el contexto de la vibrante escena musical de los años 70, Mary creció rodeada de la magia que su padre creó con su bajo.

Desde temprana edad, fue testigo de los ensayos, las grabaciones y las actuaciones en vivo que hicieron de Jaco un ícono. La música no solo era el trabajo de su padre; era una parte integral de su vida familiar.

Mary recuerda cómo Jaco siempre buscaba la manera de incluirla en su mundo musical, llevándola a conciertos y presentaciones donde podía sentir la energía de la música en vivo.

daddy, just daddy to me | Jaco Pastorius

Jaco, con su característico sentido del humor y su personalidad carismática, lograba convertir cualquier momento en una lección sobre la música y la vida.

Él solía decirle que la música era un lenguaje universal y que, al igual que cualquier otro idioma, debía ser hablada y sentida.

Esta filosofía dejó una huella imborrable en Mary, quien se ha convertido en una talentosa artista en su propio derecho.

A lo largo de los años, Mary ha compartido historias entrañables sobre su padre, desde las largas conversaciones sobre técnicas de bajo hasta las noches en las que simplemente se sentaban a escuchar música.

Barney Hurley on X: "Jaco Pastorius and his daughter Mary, Fort Lauderdale,  Florida, 1978 https://t.co/wdcbhDHQS0" / X

Jaco no solo fue un maestro en su instrumento, sino también un padre que valoraba la conexión emocional y la creatividad.

Estas memorias se han vuelto aún más preciosas para Mary a medida que los años han pasado.

Lamentablemente, la vida de Jaco se vio marcada por la lucha contra problemas de salud mental y el abuso de sustancias, lo que complicó su legado.

Sin embargo, Mary ha trabajado incansablemente para preservar la memoria de su padre, compartiendo su música y su historia con nuevas generaciones.

Ella cree firmemente que el legado musical de Jaco es tan relevante hoy como lo fue en su apogeo.

La relación entre Jaco Pastorius y su hija Mary es un recordatorio poderoso de que, a pesar de las luchas personales, el amor y la música pueden perdurar a través del tiempo.

Su historia no solo celebra el talento excepcional de Jaco, sino también el impacto que puede tener un padre en la vida de su hijo.