BRUTAL ENFADO de LETIZIA con Felipe abochorna, INSUL7A a Juan Carlos y LEONOR DEFIENDE a su abuelo | HO

La reina Letizia decide convertirse en el centro de todas las miradas durante la jura de la Constitución de la princesa Leonor, tratando de hacerle sombra a su hija. Sale a la luz la verdadera razón de su llamativo semblante de enfado, protagoniza polémicas escenas junto al rey Felipe VI y una monumental pelea con el rey emérito Juan Carlos I, pero la princesa de Asturias brilla con su inesperada respuesta a su madre dándole una gran lección.

La reina Letizia estaría celosa de las nuevas funciones de la princesa  Leonor tras sus 18 años | Caras

El 31 de octubre es un día que sin duda será recordado para siempre en la Casa Real Española, no solo por los emotivos eventos en torno al 18 cumpleaños de la Princesa Leonor, la jura de la constitución y su transición de niña a mujer, sino sobre todo, porque una vez más, la Reina Letizia decide ser el centro de atención, opacando a su hija, convirtiéndose en la protagonista con gran enojo y, por si fuera poco, humillando al rey emérito Juan Carlos I. Sin embargo, la Princesa de Asturias responde a su madre con un gesto inesperado defendiendo a su abuelo, y los titulares sobre todo lo ocurrido no paran.

Una expresión llamativa en el rostro de Letizia, entre seria, nerviosa y disgustada, levantó una serie de rumores. Desde el grave error de protocolo, cuando repitió el mismo vestido azul que la presidenta del congreso Francina Armengol, hasta su malestar físico por haber superado una fiebre la noche anterior, parecían ser la causa de su extraño comportamiento y su evidente enojo. Sin embargo, a pesar de que Letizia insistía en opacar el importante día de su hija, se desató un fenómeno importante en las redes sociales: muchas personas comenzaron a empatizar mucho más con Leonor que con el propio Rey Felipe VI, y por supuesto, más que con Letizia, lo cual parece no agradarle en absoluto.

La verdad es que ya no se habla tanto de la belleza, maquillaje, vestido o peinado de la futura reina de España, sino de su naturalidad, su saber estar, su facilidad, su presencia, su franqueza al hablar, y es que con solo 18 años, las circunstancias la han obligado a madurar y llevar el nombre de la corona muy alto.

Pero, la verdadera razón del enojo de Letizia pronto saldría a la luz: se trata del lugar donde se alojaban sus padres, la familia Ortiz Rocasolano. Como bien sabemos, la controversia viene desde antes porque en los premios Princesa de Asturias ya se desató un gran debate sobre por qué la abuela materna de Leonor, la madre de la Reina Letizia, robaba el protagonismo y las cámaras se dirigían frecuentemente hacia ella, mucho más que hacia la propia reina emérita, Doña Sofía. A pesar de ser ambas abuelas, Doña Paloma Rocasolano no está al mismo nivel que Doña Sofía, y sin embargo, ocupó una posición en el palco real, como si fuera parte de la familia real.

Ante el rostro muy afligido de Letizia en el Congreso de los Diputados, muchos dudaron que realmente se debiera a la fiebre o al ridículo del vestido. Y ahora, se ha filtrado la razón de su enorme enojo. Fue el programa Espejo Público, de la cadena Antena 3, el que apareció en escena revelando imágenes impactantes que muestran que la indignación y frustración de la reina venían de mucho antes. Su cara de circunstancia en el coche con su esposo, el Rey Felipe VI, verificaba que aparentemente la razón de la grave pelea entre los esposos era el papel que estaba teniendo la familia de Letizia en torno al 18 cumpleaños de Leonor.

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Para empezar, no entraron por la puerta principal, donde se vio llegar a los reyes eméritos, cada uno por su cuenta, así como a las principales coronas: la danesa, la búlgara, la jordana, y por si fuera poco, hasta los 20 amigos invitados de Leonor entraron por allí. Pero, los abuelos maternos nunca se vieron, y no es que no estuvieran presentes, claro que asistieron al cumpleaños de su nieta, pero entraron, como si fueran personal de servicio, por la puerta trasera. Algo que definitivamente enfureció a Letizia, y aunque se sabe que ella es quien tiene la última palabra y prevalece en muchas situaciones, hasta el punto de ser supuestamente responsable del distanciamiento de Juan Carlos con su hijo, no estaba de acuerdo con el protocolo, ya que considera que tanto los abuelos paternos como los maternos de las niñas merecen el mismo trato y deferencia.

Significativa rabia y el motivo de su cara larga por la mañana, que duraría hasta la noche, ya que también se la vio más tarde saliendo de la celebración en El Pardo, en coche solo con Sofía, siendo una de las primeras en irse. Y la razón no sería menos que esa: el desprecio a la familia Ortiz Rocasolano, el rechazo a quienes no tienen sangre azul, porque al final, ella, como sus padres, son plebeyos.

Bueno, más allá de todo este tema de protocolo, Letizia ha hecho grandes esfuerzos para asegurar que sus hijas amen mucho más a sus abuelos maternos que a los reyes eméritos, y de ahí su enojo. Sin ir más lejos, dos días después, en el 85 cumpleaños de Doña Sofía, ni la Princesa Leonor, que está en Zaragoza, ni la Infanta Sofía, que está en Gales, estuvieron presentes para honrar la vida de su abuela paterna, ni siquiera su hijo, el Rey Felipe VI. Un acto de venganza, tal vez, por parte de Letizia, o debido a las circunstancias, pero así son las cosas.

La verdad es que la controversia continuó más tarde, en la celebración en El Pardo, después de la ausencia por la mañana de los reyes eméritos Doña Sofía y Juan Carlos I. Sin embargo, en esa fiesta de celebración, el asunto se salió de control cuando primero se vio llegar al rey emérito en un coche de alta gama, en medio de vítores y aplausos de quienes lo esperaban aplaudiendo su llegada. Por supuesto, como se podía imaginar, llegó solo, sin la reina emérita, Doña Sofía, quien no estaba dispuesta a seguir dejándose pisotear, y lógicamente no quería compartir tiempo con su pareja, ya que en este momento llevan separados tres años, pero sin divorcio a la vista.

Pero, solo unos coches atrás, se vio llegar a la reina Sofía, con la cara más triste y amarga de la noche. Muy diferente a Juan Carlos, quien, desde el asiento del copiloto, no dudó en saludar con la mano a todos los presentes. Mientras la reina emérita, con su mirada cabizbaja y bastante meditativa, se refugiaba en sus recuerdos y pensamientos, seguramente sopesando lo que tendría que vivir después con un Juan Carlos a quien ni siquiera querría darle la hora del día.

Pero, este no es el escándalo que se ha apoderado de las redes sociales, sino lo que sucedería más tarde entre el rey emérito y su nuera, la Reina Letizia, una brutal pelea que pone a la familia real en el ojo del huracán. Pues, aparentemente, la rivalidad viene de años, hasta el punto de que muchos periodistas se atrevieron a afirmar que, desde que el abuelo no ha estado con Leonor durante más de tres años, lo más probable era que no asistiera a la celebración de su 18 cumpleaños. La verdad es que se sabe que Juan Carlos no soporta la presencia de Letizia, y lo más probable es que el sentimiento sea mutuo, ya que el rey emérito asegura que por culpa de la reina, se ha quedado fuera de todo y debido a ella ha dejado de recibir el apoyo de su hijo, el Rey Felipe VI.

Pero, sorprendentemente, esta rivalidad y antipatía mutua se haría más que evidente el 31 de octubre, el día en que Leonor no solo juró la constitución, alcanzó la mayoría de edad y dio un discurso imponente, logrando el orgullo de los reyes y de toda España, sino precisamente por este escándalo entre su abuelo y su madre, todo acabaría teniendo un sabor bastante agridulce.

Pero, ¿qué ha sucedido? Gracias a que la prensa española logró filtrar algunos informantes en la celebración, se han conocido todos los detalles del tenso momento, y los titulares generados en las últimas horas son verdaderamente impactantes. Pues parece que Letizia y Juan Carlos no solo no se saludaron, sino que no se dirigieron la palabra en ningún momento. Sin embargo, lo grave no fue eso, sino que Letizia, según reveló Alejandro Lequio en el programa “Vamos a Ver” de Telecinco, decidió lucir con orgullo en la velada algunas joyas pertenecientes a la abuela de Juan Carlos, como si quisiera decirle en su cara: “Mira lo que llevo puesto, y tú ya no eres nadie aquí.”

Algo que profundamente indignó al padre del Rey Felipe VI, es que además este tipo de accesorios están reservados exclusivamente para eventos reales, y siendo esta una celebración familiar, la Reina Letizia habría ido más allá de los límites, usando esas joyas solo para darle donde más le duele. A pesar de eso, el rey emérito sentía que debía ser el protagonista, y estaba realmente emocionado de compartir con Leonor, después de la última vez que la vio siendo realmente una niña de 14-15 años, y ahora se había convertido en una mujer.

Sin embargo, esa alegría no duró mucho, porque según Lecturas: “al emérito se le tiene estrictamente prohibido entrar en La Zarzuela, lo que le obligó a dejar la fiesta antes de tiempo, y dirigirse a Londres, donde pasó la noche antes de regresar a Abu Dabi.” Y la verdad es que, después del brutal as bajo la manga de Letizia en su