La aparición de unas fotografías del rey Juan Carlos junto a Barbara Rey donde se muestran muy cariñosos mientras toman el aperitivo en el porche del chalet de la actriz en Boadilla del Monte (fotos que datan del año 1994) ha vuelto a traer a la primera línea de fuego a la ex vedette, que tampoco estaba avisada de que la revista neerlandesa Privé iba a soltar este material con una entrevista de su hijo Ángel Cristo.

En esas declaraciones afirma que fue él quien realizó esas fotos cuando tan solo tenía 13 años por indicación de su madre y en respuesta a las presiones que estaban viviendo por ese idilio extramarital del rey emérito. Angelito se descubre como una víctima de su madre a quien quiere dejar en evidencia y acabar con la imagen que de su historia se vio en la serie que emitió Atresmedia y donde él también participó aunque reniegue de esos argumentos.

A la vista del nuevo escándalo es la propia Bárbara quien me anuncia que “voy a tomar todas las medidas legales que mis abogadas me aconsejen contra mi hijo” y es que ya no evitará un procedimiento penal como sí había hecho con la otra demanda que tiene interpuesta a raíz de las acusaciones que vertió sobre ella en varios medios de comunicación.

“Mi deseo nunca ha sido llevar a mi hijo a la cárcel pero ahora solo escucharé a mis abogadas”, insiste sin descartar así cualquier tipo de proceso. “Voy contra él y los medios que se han hecho eco y sacado unas imágenes que están realizadas en el interior de mi vivienda y es una propiedad privada”, reclama Bárbara.

Es verdad que en España nadie ha querido publicar ese reportaje gráfico que sí ha comprado la citada publicación holandesa, venta que se ha realizado a través del representante del hijo de la actriz. El reportaje es un ataque frontal contra la actriz, quien niega lo que su hijo afirma. “Mi hijo no es el autor de esas fotografías. Las hizo una persona de mi máxima confianza que hoy no vive”, asegura. Aunque Bárbara no quiere poner nombre y apellido a ese autor sabemos que se trata de su difunto hermano, algo que se conocía en círculos muy íntimos y que ahora vuelve a la actualidad.

En cuanto a la posibilidad de que haya más material explosivo de Bárbara y Juan Carlos, la aludida lo niega tajantemente. “No hay nada más. De haber alguna otra fotografía sería en el mismo escenario”, con esta afirmación acaba con los rumores que apuntan a que estos solo sería el aperitivo de otro reportaje mucho más tórrido e íntimo y cuya publicación sería aún más escandalosa.

“No tengo que decir mucho más. Con lo que acaba de hacer mi hijo se explica qué tipo de persona es”, señala una madre dolida y herida casi de muerte. Porque Bárbara lleva más de un año en esta dura travesía, viendo como su hijo Angelito le ataca frontalmente y hace lo mismo con su hermana Sofía. En esta particular batalla y a la vista de que en los últimos meses nadie le llevaba a los platos de televisión o a las portadas de la revistas para criticar a su madre, el hijo del domador y la actriz ha recurrido la prensa internacional para seguir practicando su particular batalla y acabar con la salud de una madre, que hoy comparte su tiempo entre terapias y consuelo de amigos.

Cuando Bárbara Rey decidió mudarse a Marbella, encargó a su hijo que se ocupara de vaciar su casa de Boadilla para alquilarla sin muebles. Todas sus propiedades se guardaron en un trastero y ahí se encontraba la caja fuerte que tenía estas imágenes y muchas otras de la vida y obra de Bárbara a lo largo de las últimas décadas. No hace falta más. Esas fotos se sacaron de su caja fuerte y ya sabemos con qué fin. Ahora viene la segunda batalla que se debatirá en los juzgados y ya sin miramientos ni miedo las consecuencias. “Lo que digan mis abogadas irá a misa”, recalca Barbara.