La actriz visitó ‘El Hormiguero’ en su arranque de temporada y reveló algunos detalles de su vida privada

Los platos ‘typical Spanish’ con los que se da el pisto de que cocina bien, cómo duerme, su pasión por las camisetas más viejas de Javier Bardem o el motivo por el que antes siempre la retenían en la aduana, han sido algunos detalles que Penélope Cruz ha descubierto a Pablo Motos en el arranque de temporada de ‘El Hormiguero’.

La actriz visitaba el programa de Antena 3 no para promocionar su último trabajo como intérprete, sino por su labor detrás de las cámaras.

Y es que la de Alcobendas se ha puesto al frente de un ambicioso proyecto: contar en un documental cómo es la realidad de los niños que padecen leucemia con un único objetivo, ayudarlos.

La de ‘Zoolander 2’ con ‘Soy uno entre cien mil’ busca que se investigue más en esta clase de cáncer, pues le enfada que la mayor parte de la investigación vaya destinada a buscar cura para el cáncer adulto, pues “resulta más rentable para las farmacéuticas”, dice.

Su presencia en ‘El Hormiguero’ ha tenido grandes dosis de reivindicación, pero también de diversión. Pé ha sacado su lado más divertido con las hormigas Trancas y Barranas, que querían saber si seguía siendo ‘una persona normal’ después de ganar un Oscar y triunfar en Hollywood.

“¿Has tirado alguna de las camisetas viejas de Javier Bardem o las has usado para hacer trapos?”, “no, las camisetas más antiguas me las quedo yo ¡porque ya son vintage!”.

Pé es toda una recicladora. Lo mejor vino a continuación, cuando las marionetas preguntaron si después de todos estos años seguía metiendo en la maleta un buen cargamento de embutidos ibéricos cada vez que viajaba a EEUU.

“¡Mira ya no! Lo intenté muchas veces, me metí en muchos problemas, muchas horas de espera… Te los quitan y por pocas te meten en un calabozo. No puedes pasar jamón ni nada. Y hay unos cuantos que lo hemos intentado… y a todos nos han pillado”.

Vamos, que unas tapitas de chorizo y morcón no merecen pasar ese mal trago y ser tratado como un delincuente.

Sin ibéricos, cuando Penélope quiere impresionar a sus comensales americanos, se las da de chef preparando unos huevos rotos al estilo ‘Casa Lucio’, pues este cocinero experto en las patatas fritas le reveló su secreto para que queden de 10. Y los americanos tan felices.