Vivimos en el mundo de la información y ni así nos gusta investigar antes de lanzar prejuicios.

La boxeadora Imane Khelif, que supuestamente es una mujer “trans” , participó en los Juegos Olímpicos de Tokio 2021, exactamente en la misma categoría que en París 2024.

Perdió en cuartos de final contra Kellie Harrington, quien obtuvo la Medalla de Oro… y no pareció llamar la atención de nadie.

Tampoco llamó la atención cuando, en 2022, perdió la final del IBA Women’s World Boxing Championships contra Amy Broadhurst.

Ahora, en París 2024, le gana a una competidora que decidió abandonar la pelea en el Round 2.

¿Hasta ahora se desayunan que las mujeres también producen testosterona (sólo que en menor cantidad que los hombres), y que la producen los ovarios y las glándulas suprarrenales?

Y hay casos como el de la boxeadora, que es una mujer cis, que tiene una condición por la que produce niveles altos de la hormona y por ello su apariencia física. Un claro ejemplo que muestra que la biología se sale de la norma, o más bien, de sus estereotipos.

Aquí la cuestion es que la gente repudia leer y vuelve a salir a decir que es una mujer trans sin siquiera detenerse investigar.

Gente que sigue juzgando por su apariencia física… igualito a cuando ella era niña y le hacían bullying en la escuela