La actriz está en plena promoción de la película ‘Ferrari’ en España y ha desvelado algunos detalles sobre el largometraje.

Penélope Cruz, en el Festival de Venecia 2021. | Getty

Este viernes 9 de febrero llega a los cines ‘Ferrari’, el biopic sobre el creador de la marca italiana de deportivos y de la scuderia. El encargado de darle vida es Adam Driver, mientras que Penélope Cruz interpreta a su esposa: Laura Garello. Y antes de aceptar el papel, la actriz española hizo una curiosa pregunta al director, Michael Mann.

La actriz ha desvelado en el programa El Hormiguero que lo primero que le preguntó a Mann cuando la llamó fue que si tenía que conducir un Ferrari. Incluso le advirtió de que, si se tenía que poner al volante de alguno de los deportivos, era mejor que no le mandase el guion.

Michael Mann le confirmó que no tendría que conducir y sólo entonces Penélope aceptó echar un vistazo al argumento de Ferrari: “Me lo leí y le dije que tenía muchas ganas de trabajar con él”.

¿La razón? Penélope Cruz sufre amaxofobia. O lo que es lo mismo: miedo a conducir. Así lo confesó hace unos días en una entrevista concedida a la edición estadounidense de la revista Elle. Ahora, en plena promoción de la película en España, ha vuelto a explicar el porqué de este mal.

Cuando tenía siete años, vio cómo atropellaban a su hermana pequeña, la bailarina y también actriz Mónica Cruz.

Su madre la llevó al hospital y Penélope se fue al colegio: “La vi perder el conocimiento. Estaba en el colegio sin saber si estaba viva o qué le pasaba. Al rato, entré en un limbo en el que no sentía nada. Creo que, cuando estás grabando un trauma fuerte, paras de sentir por un tiempo. Estaba en shock”.

“Tengo mucho miedo a la velocidad”

En la entrevista, añadió que sufrió un “trauma bastante fuerte. Cuando era pequeña, no fui consciente de que eso se iba a convertir en un trauma para mí”.

Y “por eso ahora tengo esta relación con la velocidad. Tengo mucho miedo a la velocidad. Con los años, he visto que los coches para mí son una amenaza”.

La amaxofobia provoca ansiedad e, incluso, ataques de pánico cuando una persona piensa que tiene que ponerse al volante o cuando está en ello.

No tiene nada que ver con las inseguridades puntuales que algunos conductores sufren cuando tienen que enfrentarse a una situación complicada como la conducción nocturna o urbana.

¿Cómo superar la amaxofobia?

Eso sí, es un problema que se puede superar con el apoyo de un especialista. Con la ayuda de un psicólogo, es posible enfrentarse al miedo a conducir y superarlo.

Para ello, la persona tendrá que enfrentarse, poco a poco, a las situaciones que le causan ese temor. Ayudan, también, las técnicas de relajación.

Superar la amaxofobia también es posible llevando a cabo un curso de perfeccionamiento de la conducción para incrementar la autoestima y confianza al volante y, de paso, mejorar y perfeccionar la técnica.