La reciente aparición de Ben Affleck, visiblemente molesto al llegar a su oficina en Los Ángeles, ha reavivado las especulaciones sobre su separación de Jennifer Lopez.

Ayer, fue fotografiado mientras se reunía con su abogada de divorcio, Laura Wasser, quien también manejó su ruptura con Jennifer Garner.

Según fuentes cercanas, Ben y Jennifer están enfrentando “un momento difícil” en su separación y ambos están intentando avanzar de la manera más respetuosa posible.

Diez días atrás, la pareja se reunió en Los Ángeles junto con sus hijos, fortaleciendo así los lazos familiares.

Se informa que ambos desean que sus hijos mantengan relaciones sólidas entre sí y están comprometidos en dar un ejemplo positivo a sus familias.

Sin embargo, se ha revelado que la separación es “más complicada de lo que parece a simple vista”.

Una de las principales razones que está retrasando el divorcio es la ausencia de un acuerdo prenupcial.

Esto ha generado incertidumbre sobre las ganancias de la compañía de producción que Ben cofundó con su amigo Matt Damon.

Establecida en 2022, esta empresa ha trabajado en proyectos como El Contable 2 y Imparable.

Ahora, la pareja debe decidir si Jennifer tendrá derecho a una parte de las futuras ganancias.

Además, la venta de su lujosa mansión de 64 millones de dólares también ha sufrido un revés, ya que informes recientes indican que el acuerdo de venta ha fracasado.

Esta situación añade más estrés al proceso de divorcio, que se ha convertido en una batalla legal compleja.

En medio de estos desafíos, tanto Ben como Jennifer están intentando manejar la situación de la manera más civilizada posible, priorizando el bienestar de sus hijos y su propia salud emocional.

Mientras tanto, otros famosos también enfrentan problemas similares.

Nikki Bella, quien recientemente solicitó el divorcio de Artem Chigvintsev tras su arresto por sospechas de violencia doméstica, está lidiando con sus propias complicaciones legales.

La oficina del fiscal de Napa anunció que no se presentarían cargos en su contra, pero Nikki y Artem aún enfrentan una difícil batalla legal por la custodia de su hijo de cuatro años, Mateo.

El drama del divorcio de Ben y Jennifer continúa captando la atención de los medios y el público, mientras ambos intentan encontrar su camino en esta nueva etapa de sus vidas.