Jamie Lee Curtis, una de las actrices más queridas de Hollywood, ha compartido recientemente detalles íntimos sobre su vida en su hogar junto a su esposo, el director Christopher Guest.

La pareja ha vivido en la misma casa durante casi cuatro décadas, un espacio que, más allá de ser simplemente una residencia, se ha convertido en su santuario.

“Es más que una casa, es nuestro refugio”, dijo Curtis en una reciente entrevista.

La propiedad, situada en un barrio tranquilo de Los Ángeles, ha sido testigo de innumerables recuerdos, desde las pequeñas celebraciones familiares hasta los momentos más privados que solo las paredes del hogar pueden guardar.

Un espacio lleno de historia

La casa, que combina elementos de estilos antiguos y modernos, refleja no solo el buen gusto de la pareja, sino también su capacidad para preservar la esencia del pasado mientras abrazan la modernidad.

Jamie y Christopher han restaurado varias partes de la propiedad, manteniendo el carácter original, pero añadiendo toques contemporáneos para hacerla más funcional y cómoda para el estilo de vida actual.

La actriz menciona que cada rincón de la casa tiene una historia, ya sea una reliquia de familia o una pieza de arte que la pareja ha coleccionado durante años.

Un hogar lleno de amor

“Es el lugar donde hemos criado a nuestros hijos, donde hemos reído, llorado y crecido juntos”, compartió Curtis. Para la pareja, esta casa no solo es un refugio físico, sino también emocional.

En cada pared y cada habitación se sienten las huellas del tiempo y el amor que han compartido.

Curtis también comentó que la casa está decorada con fotos y recuerdos que reflejan su vida juntos, desde su matrimonio en 1984 hasta los logros de sus hijos.

“Entrar a casa siempre es un recordatorio de todo lo que hemos vivido y logrado juntos”, añadió la actriz con una sonrisa nostálgica.

Un santuario personal

A lo largo de los años, la casa de Jamie Lee Curtis y Christopher Guest ha sido un testimonio de su sólida relación y su amor por la privacidad.

Aunque han tenido la oportunidad de mudarse a lugares más modernos o lujosos, prefirieron quedarse en su hogar original. Para ellos, es un espacio lleno de historia y significado personal.

“Este lugar nos mantiene conectados con nuestras raíces y con lo que realmente importa en la vida”, concluyó Curtis.

Este hogar no solo es una casa; es el reflejo de una vida compartida, llena de amor, recuerdos y la belleza de envejecer juntos en un lugar que se ha convertido en parte de su identidad.