James Jamerson Jr. recuerda vívidamente las lecciones de su padre, el legendario bajista de Motown, quien solía decir: “Nunca tocarás la suciedad en mi bajo.

James Jamerson - Low End Nation

El polvo guarda el funk”. Esta frase resume la devoción de Jamerson hacia su arte, un legado que ha influido en generaciones de músicos.

Nacido el 29 de enero de 1936 en Edisto Island, Carolina del Sur, Jamerson creció rodeado de la música gospel, jazz y blues.

Tras el divorcio de sus padres, se mudó a Detroit en 1954, donde empezó a descubrir su talento en la Escuela Secundaria Northwestern.

Durante su adolescencia, se unió a sesiones de jam con músicos de jazz destacados y se convirtió en un admirador de bajistas como Paul Chambers y Ray Brown.

January 29 – 'Bass'ically An Unknown Great – A Sound Day

Su gran oportunidad llegó en 1959, cuando se unió a los Funk Brothers, el grupo de músicos que respaldaba a muchos de los artistas de Motown.

En 1961, gracias a la influencia de su amigo Horace ‘Chili’ Ruth, Jamerson comenzó a tocar un bajo Fender Precision.

Esta decisión fue un hito; con este instrumento, empezó a incorporar melodías, líneas de bajo, y ritmos sincopados que definieron el sonido del soul y R&B de la época.

The Story of James Jamerson - Só Groove Oficial

Aunque su talento fue reconocido por pocos durante su vida, su legado fue reivindicado tras su fallecimiento en 1983 a los 47 años.

En 1989, el libro “Standing in the Shadows of Motown” de Allan “Dr. Licks” Slutsky trajo la atención merecida a su figura.

En 2000, Jamerson fue finalmente incluido en el Salón de la Fama del Rock & Roll, un homenaje a su impacto en la música.

Su vida estuvo marcada por altibajos, especialmente tras la mudanza de Motown a Los Ángeles en 1972. Sin los Funk Brothers, Jamerson luchó por encontrar su lugar en la nueva escena musical.

WBSS Media-James Jamerson

Sin embargo, su influencia perdura, siendo considerado el mejor bajista de todos los tiempos en múltiples encuestas.

La música de Jamerson sigue viva en éxitos icónicos como “What’s Going On” de Marvin Gaye, recordándonos que, a pesar de los desafíos, su espíritu y estilo nunca serán olvidados.

Su legado continúa inspirando a músicos de todas las generaciones, confirmando que el funk realmente se guarda en cada nota.