La canción “Vivo por ella” no es una canción sencilla de interpretar.

Desde el principio hasta el final, la melodía va “in crescendo”, lo que significa que aumenta en intensidad y tonalidad de manera progresiva.

Esta característica hace que sea un reto importante para cualquier cantante.

A lo largo de los años, hemos visto varias versiones de esta canción icónica, y ahora es el turno de comparar la interpretación de dos artistas muy diferentes: Marta Sánchez y Karol G.

Marta Sánchez, conocida por su larga carrera en el mundo del pop, posee una voz suave, que no es ni demasiado fuerte ni demasiado delicada, un término medio que se podría definir como “modo central”.

No es un estilo susurrado, pero tampoco es belting, es decir, no busca la fuerza desmedida que suelen tener otros géneros vocales más intensos.

En cambio, Karol G también comienza de manera suave, pero hay diferencias notables en su técnica.

Mientras que Marta Sánchez tiene vocales más proyectadas, con una forma bien definida en cada palabra que canta, Karol G tiende a “tragarse” un poco las vocales, no les da tanta forma ni las deja salir con la misma claridad.

Un detalle interesante es que Marta Sánchez utiliza melismas, que son esas variaciones rápidas de notas en una sola sílaba, y juega mucho con la dinámica. Canta de manera suave en algunos momentos, para luego aumentar la intensidad de su voz.

En contraste, Karol G se mantiene más en una línea constante, sin muchas variaciones dinámicas ni melismas.

Su forma de cantar es más básica, centrada en las notas que deben ser interpretadas, sin añadir adornos ni exageraciones interpretativas.

Esto puede verse como una interpretación correcta y limpia, pero a la vez, más limitada en cuanto a recursos vocales.

Algo que siempre ha llamado la atención de Marta Sánchez es su estilo pop, incluso cuando interpreta canciones que podrían tener un enfoque más clásico o teatral.

Aunque tiene un buen control de la dinámica y una gran amplitud en su registro vocal, su estilo de interpretación es inconfundiblemente popero.

Este enfoque es evidente en su forma de cantar “Vivo por ella”.

Por ejemplo, en la frase “vivo por ella que me da”, podemos notar cómo Marta exagera un poco las vocales, algo muy característico de los cantantes pop de los años 90, quienes solían dar una interpretación más dramática y exagerada.

Por otro lado, Karol G tiene una forma de interpretar más básica y directa.

No busca hacer melismas ni adornar demasiado las frases, lo cual contrasta con la versión de Marta. Karol G apuesta más por una melodía limpia y concisa. Si bien su estilo es más sencillo, no deja de tener su propio encanto.

La simplicidad de su interpretación puede atraer a quienes prefieren una versión más suave y sin tantos adornos vocales.

En cuanto a Andrea Bocelli, quien canta en ambas versiones, su voz es fuerte y proyectada, con un color lírico propio de la ópera.

Su voz contrasta con la de Marta Sánchez en ciertos momentos, pero ambos logran empastar bien sus voces, aunque Marta tiene un estilo mucho más pop.

Bocelli aporta una intensidad dramática a la canción, mientras que Marta añade un toque más ligero y popero, creando un contraste interesante.

Bocelli, con su voz proyectada y potente, equilibra la suavidad de Marta Sánchez, lo que da como resultado una combinación de estilos bien lograda.

En cuanto a Karol G, su interpretación con Andrea Bocelli presenta un desafío distinto.

La voz de Karol G es más suave y carece de la proyección que tiene la de Bocelli, lo que podría generar un desbalance si se tratara de una actuación en vivo.

Si ambos cantaran en una habitación, Bocelli tendría que controlar su voz para no opacar completamente la de Karol G, ya que la cantante colombiana tiende a mantener su voz en un “modo central” sin mucha proyección.

Sin embargo, en la versión de estudio, las voces logran empastar bien gracias a la producción, que ajusta los niveles para que ambos se escuchen de manera equilibrada.

Un aspecto que ha llamado mucho la atención en la versión de Karol G es su vibrato, que parece estar tratado digitalmente en algunos momentos.

El vibrato es esa ligera oscilación en el tono de una nota sostenida, y en esta versión parece tener un efecto un tanto robótico, como si estuviera muy controlado o alterado. En contraste, el vibrato de Andrea Bocelli suena más natural, aunque también parece haber sido ajustado en la producción.

Al final de la canción, las notas altas son un reto para cualquier cantante, y Marta Sánchez las alcanza con bastante fuerza y proyección.

Si comparáramos su interpretación en una habitación con la de Karol G, la diferencia de potencia sería notable.

Marta tiene una voz más fuerte, capaz de llenar un espacio sin necesidad de amplificación. Karol G, en cambio, tiene una voz más suave y no proyecta tanto, lo que podría hacer que se quedara un poco atrás en términos de volumen.

En cuanto a quién canta mejor “Vivo por ella”, la respuesta depende de lo que el oyente busque.

Si prefieres una interpretación con más dinámica, teatralidad y adornos vocales, entonces Marta Sánchez sería la opción ideal.

Por otro lado, si prefieres una voz más suave, natural y sin tantos adornos, la versión de Karol G podría ser más de tu agrado. Ambas cantantes aportan algo único a la canción, y esa es la belleza de escuchar diferentes versiones de una misma obra.

La versión original de “Vivo por ella” es sin duda una canción compleja, tanto por su estructura musical como por la necesidad de empastar dos voces tan diferentes.

Hacer un dueto no es solo cantar al mismo tiempo, sino saber cuándo entrar, cuándo salir, y cómo ajustar la voz para que ambas se complementen.
Karol G, a pesar de las diferencias vocales con Bocelli, defiende bien la canción en la versión de estudio, aunque en un escenario en vivo, la situación podría ser diferente debido a la potencia de la voz del tenor.

En definitiva, “Vivo por ella” es una canción que permite ver cómo cada cantante imprime su personalidad y estilo.

Tanto Marta Sánchez como Karol G ofrecen interpretaciones dignas, cada una desde su propio enfoque vocal.

Lo importante es que ambas versiones aportan algo nuevo a la canción, permitiendo a los oyentes disfrutar de diferentes matices y estilos en una misma obra musical.