En un movimiento audaz que ha resonado en toda la industria de la moda, Anna Wintour ha declarado una prohibición de las hermanas Kardashian-Jenner en todos los principales desfiles de moda bajo su jurisdicción. Fuentes cercanas a Wintour citan su convicción de que el clan Kardashian-Jenner ha perdido relevancia en el mundo de la moda, señalando la disminución de las ventas de sus marcas y problemas de calidad como razones principales de su exilio. Conocida por su gusto exigente e inmenso influencia, Wintour supuestamente afirmó que no considera a las hermanas Kardashian-Jenner como íconos de la moda y no tiene la intención de presentarlas en sus marcas, desfiles o revistas.

Esta decisión subraya el compromiso de Wintour de mantener la integridad y reputación de la industria de la moda. Sin embargo, Kris Jenner, la matriarca de la familia Kardashian-Jenner, está reportadamente furiosa por la prohibición y está trabajando activamente para revertirla. Conocida por su búsqueda implacable del éxito financiero, Jenner está determinada a restaurar la presencia de sus hijas en el mundo de la moda a pesar de las objeciones de Wintour.

El choque entre Wintour y Jenner resalta la tensión continua entre las élites tradicionales de la moda y la influencia de la cultura de celebridades impulsada por las redes sociales. Mientras continúan los debates, el público permanece dividido sobre el papel de las hermanas Kardashian-Jenner en la conformación de tendencias de moda contemporáneas y su lugar dentro de la industria.

El incidente que provocó esta prohibición ocurrió durante un evento de alto perfil donde Wintour notablemente se distanció de Kim Kardashian, dejando a los asistentes y a internet en un revuelo de especulaciones. Este encuentro, ampliamente capturado en redes sociales, simbolizó una grieta más profunda entre Wintour y Kardashian, sugiriendo un cambio significativo en su relación una vez prominente.

Críticos y observadores han ofrecido varias teorías detrás de la decisión de Wintour, incluyendo sugerencias de que ella prefiere figuras más jóvenes y populares con estilos diferentes sobre Kardashian. Esta especulación ha alimentado discusiones sobre los estándares cambiantes de belleza e imagen pública en la industria de la moda.

Esta no es la primera vez que Kardashian enfrenta tal exclusión. Su historia con Wintour incluye ser famosamente prohibida en la Met Gala en 2012, subrayando las complejidades de su relación. Los intentos de Kim por navegar en la alta moda a menudo han sido enfrentados con desafíos, desde percibidas infracciones de etiqueta en eventos hasta críticas a sus elecciones de moda.

A pesar de construir un imperio sustancial a través de empresas en moda y belleza, Kardashian continúa luchando por la aceptación en círculos tradicionales de moda. Los desprecios repetidos de Wintour sugieren que no alinea el estilo o la marca de Kardashian con los elevados estándares de moda de Vogue, planteando preguntas sobre el futuro de Kardashian en eventos y publicaciones de moda de alto perfil.

Mientras esta saga continúa, el mundo de la moda espera ansiosamente el resultado de este enfrentamiento entre dos figuras influyentes. El debate sobre el lugar de las hermanas Kardashian-Jenner en la moda refleja discusiones más amplias sobre la fama, la influencia y la reputación en la sociedad contemporánea.