Los hijos de Kardashian-Jenner son conocidos por sus estilos de vida extravagantes y crianzas lujosas, un marcado contraste con las infancias típicas. Desde bolsos Gucci de miles de dólares como bebés hasta vacaciones exclusivas, indudablemente están viviendo en la cima del lujo. Sin embargo, dentro de la familia, han surgido diferentes estilos de crianza, generando controversias y debates.

Khloe Kardashian reveló recientemente en una prueba de detector de mentiras de Vanity Fair que no dejaría que su hija, True Thompson, duerma en la casa de Kourtney Kardashian. Esta declaración levantó cejas, insinuando preocupaciones subyacentes sobre el estilo de crianza de Kourtney. Khloe citó razones de manera vaga, dejando a muchos preguntándose qué podría estar mal en el hogar de Kourtney.

Curiosamente, Kendall Jenner una vez calificó a Kourtney como la peor madre entre sus hermanos durante un juego en The Late Late Show con James Corden. Aunque Kendall luego aclaró que era una broma, esto reflejó percepciones más amplias sobre el enfoque de Kourtney a la crianza en comparación con sus hermanas, Kim, Khloe y Kylie.

La crianza de Kourtney ha sido criticada por ser excesivamente indulgente. Se la ha visto en Keeping Up with the Kardashians adoptando prácticas no convencionales, como dormir con sus hijos—Mason, Penelope y Reign. Si bien algunos podrían ver esto como un tiempo de unión, otros cuestionan sus efectos a largo plazo en la disciplina y la independencia.

Además, las decisiones de Kourtney, como prescindir de microondas por preocupaciones de salud y la lactancia materna prolongada, han recibido tanto elogios como críticas. Su estilo de crianza con apego es evidente, pero también plantea preguntas sobre los límites y la practicidad en la crianza moderna.

Los críticos argumentan que la indulgencia de Kourtney puede ser perjudicial para el comportamiento y el desarrollo futuro de sus hijos. Informes de problemas de agresión de Penelope, incluidos incidentes con niñeras, y las revelaciones sinceras de Mason en las redes sociales, sugieren una falta de disciplina en el hogar. Las supuestas rabietas de Penelope y las divulgaciones públicas de Mason destacan las posibles consecuencias de un comportamiento sin control.

En contraste, primos como Stormi, la hija de Kylie Jenner, a menudo se retratan como bien educados y corteses, lo que sugiere diferentes enfoques de crianza dentro de la familia. El comportamiento de Stormi en público contrasta fuertemente con las ocasionales controversias que rodean a los hijos de Kourtney.

A pesar de las críticas, está claro que Kourtney ama profundamente a sus hijos y prioriza su bienestar. Sin embargo, el equilibrio entre el afecto y la disciplina parece precario, con preocupaciones sobre las consecuencias a largo plazo para el comportamiento y las actitudes de sus hijos.

En conclusión, si bien el estilo de crianza de Kourtney Kardashian refleja su profundo amor y elecciones no convencionales, también invita al escrutinio y al debate. La crianza de los hijos de Kardashian-Jenner es innegablemente privilegiada, pero las filosofías de crianza divergentes entre las hermanas configuran sus dinámicas familiares únicas y las percepciones públicas.