La ruptura entre Shakira y Gerard Piqué ha sido uno de los eventos más comentados y analizados en el ámbito del entretenimiento.

A pesar de que inicialmente su relación parecía ser un cuento de hadas, con el tiempo se revelaron múltiples facetas sombrías de su convivencia.

Este ensayo profundiza en los cinco peores desprecios públicos que Piqué mostró hacia Shakira, ilustrando una relación que, en sus últimos años, estuvo marcada por el desprecio y la falta de respeto.

Uno de los momentos más evidentes de desprecio ocurrió hace aproximadamente ocho años, cuando Piqué rechazó públicamente un gesto de afecto de Shakira.

En un evento deportivo donde Piqué estaba recibiendo un reconocimiento, Shakira, llena de entusiasmo, intentó abrazarlo y besarlo en la mejilla para felicitarlo.

La respuesta de Piqué fue de total indiferencia, ignorando por completo a Shakira y dirigiéndose hacia el presidente del Barcelona, Josep Maria Bartomeu, quien estaba sentado al otro lado.

La expresión de tristeza y vergüenza en el rostro de Shakira fue inconfundible, mostrando claramente el impacto del desprecio de su entonces pareja.

Este episodio no solo resaltó la falta de reciprocidad en la relación, sino que también expuso la dinámica de poder desequilibrada entre ellos.

En una relación saludable, los gestos de apoyo y cariño son fundamentales, especialmente en momentos de celebración personal.

La indiferencia de Piqué en un momento tan significativo subraya una desconexión emocional y una falta de consideración hacia los sentimientos de Shakira.

Otro incidente público ocurrió durante la celebración de la Copa del Rey en 2015.

El FC Barcelona había ganado el partido 3-1 contra el Athletic Club, y como es tradición, los jugadores invitaron a sus familias y parejas a unirse a la celebración en el campo.

Piqué llamó a Shakira para que posara junto a él sosteniendo la copa, pero una vez más, la ignoró completamente.

Su atención estaba enfocada en las fotografías, sin mostrar interés por la presencia de Shakira.

Este desprecio en un momento de triunfo personal de Piqué mostró una vez más su desdén hacia la cantante.

Ignorar a su pareja en un evento tan público no solo es un signo de desprecio, sino también de egoísmo, al centrarse exclusivamente en su propia imagen.

Este comportamiento repetitivo de Piqué hacia Shakira refuerza la percepción de una relación donde el respeto y la consideración eran unilaterales.

Shakira, conocida por su discreción en cuanto a su vida privada, en varias ocasiones mostró públicamente su amor y apoyo a Piqué a través de las redes sociales.

Sin embargo, estas dedicatorias de amor rara vez fueron correspondidas por Piqué.

Un ejemplo notable fue el Día de San Valentín del año pasado, cuando Shakira publicó una tierna dedicatoria en Instagram junto a una bonita fotografía de ambos.

La respuesta de Piqué fue el silencio absoluto, ni un like ni un comentario.

Esta falta de reciprocidad en el ámbito digital es un reflejo de la desconexión emocional en su relación.

En la era de las redes sociales, donde las interacciones públicas son una extensión de las relaciones personales, la indiferencia de Piqué hacia las muestras de cariño de Shakira envía un fuerte mensaje de desinterés y desprecio.

Ignorar repetidamente las dedicatorias de amor de Shakira no solo es una falta de cortesía, sino también un signo de desdén hacia su esfuerzo por mantener viva la relación.

Uno de los momentos más polémicos en la relación de la pareja ocurrió en 2014, cuando Shakira reveló en una entrevista que Piqué le había prohibido actuar con hombres en sus videos musicales y que le había pedido que “cerrara la boquita” en sus entrevistas.

Este comentario despertó una gran preocupación entre los fans de Shakira, quienes vieron en las palabras de Piqué un comportamiento controlador y posesivo.

 

La actitud de Piqué no solo muestra un intento de controlar a Shakira, sino también una falta de respeto hacia su autonomía y profesionalismo.

En una relación saludable, ambas partes deberían apoyarse mutuamente en sus carreras y respetar sus decisiones profesionales.

Las declaraciones de Shakira sobre las restricciones impuestas por Piqué revelan una dinámica de poder desigual y un ambiente de control y dominación que no debería existir en ninguna relación.

El quinto y quizás más significativo desprecio se relaciona con la actitud negativa de Piqué hacia el éxito de Shakira.

En una reveladora entrevista con la revista Elle, Shakira confesó que había puesto su carrera en pausa para apoyar la de Piqué, destacando el sacrificio que hizo por la relación.

Sin embargo, Piqué nunca fue recíproco con este nivel de devoción y apoyo.

La envidia de Piqué hacia el éxito de Shakira se hizo evidente en múltiples ocasiones. Un ejemplo claro es su ausencia en el Super Bowl de 2020, donde Shakira tuvo una actuación brillante.

No solo no asistió al evento, sino que tampoco hizo ninguna publicación en sus redes sociales para felicitarla. Además, hay fotografías y vídeos donde se puede ver a Piqué tomando el brazo de Shakira de manera brusca o presenciando cómo su madre trataba a Shakira de forma despectiva sin intervenir.

Esta falta de apoyo y la evidente incomodidad de Piqué con el éxito de Shakira subrayan una dinámica tóxica en su relación.

En una pareja saludable, el éxito de uno debería ser motivo de celebración y orgullo para el otro.

La incapacidad de Piqué para apoyar a Shakira en sus momentos más importantes revela una profunda inseguridad y una falta de respeto por sus logros y talentos.

La relación entre Shakira y Gerard Piqué, que en su momento fue vista como un cuento de hadas, ha demostrado ser una historia marcada por el desprecio, el control y la falta de respeto.

Los cinco peores desprecios de Piqué hacia Shakira revelan una dinámica de poder desigual y un ambiente de maltrato psicológico que ninguna persona debería soportar.

La historia de su relación sirve como un recordatorio de la importancia del respeto mutuo, la comunicación y el apoyo en cualquier relación.

Los comportamientos de Piqué hacia Shakira no solo son inaceptables, sino también dañinos, y su revelación puede servir para que otras personas en situaciones similares reconozcan las señales de una relación abusiva.

A medida que Shakira se reconstruye en Miami, enfocándose en su carrera y su familia, su historia de resistencia y superación puede inspirar a muchos.

Su capacidad para salir de una relación tóxica y seguir adelante es un testimonio de su fortaleza y determinación.

En última instancia, la verdad sobre los desprecios de Piqué hacia Shakira no solo revela la naturaleza de su relación, sino también la resiliencia y el valor de una mujer que se niega a ser definida por el desprecio y el maltrato.