Shakira Isabel Mebarak Ripoll, más conocida simplemente como Shakira, ha tenido una vida llena de altos y bajos, con éxitos extraordinarios y momentos de profundo dolor personal.

Nació el 2 de febrero de 1977 en Barranquilla, Colombia, y creció en un entorno rico en cultura, influenciada por la herencia mixta de su padre libanés y su madre colombiana.

Desde muy joven, Shakira mostró un talento excepcional para la música y el baile, aunque su vida no siempre ha sido fácil, enfrentando desafíos personales y profesionales que han moldeado quién es hoy.

Shakira nació en una familia de clase media, siendo la más joven de ocho hijos.

Su padre, William Mebarak Chadid, era joyero y escritor, y su madre, Nidia del Carmen Ripoll Torrado, era ama de casa.

Desde niña, Shakira demostró un interés temprano por la música.

A los cuatro años escribió su primer poema y, poco después, comenzó a bailar, fascinada por los movimientos de la danza del vientre, una clara influencia de su herencia libanesa.

A pesar de su talento natural, Shakira enfrentó dificultades al inicio de su carrera.

A los ocho años, comenzó a escribir canciones y participó en varios concursos de talentos locales.

Sin embargo, también experimentó el primer sabor de la pérdida cuando su medio hermano murió en un accidente de motocicleta.

Esta tragedia tuvo un impacto profundo en su vida y fue una de las primeras experiencias que moldearon su música, conocida por sus letras emotivas e introspectivas.

A los 13 años, Shakira firmó su primer contrato con Sony Music Colombia. Sin embargo, sus dos primeros álbumes, “Magia” (1990) y “Peligro” (1993), fueron fracasos comerciales y no lograron alcanzar las expectativas.

Shakira enfrentó duras críticas y fue considerada una artista con potencial, pero sin el reconocimiento debido.

Este período de incertidumbre fue difícil para la joven cantante, que comenzó a cuestionar su futuro en la música.

En 1995, Shakira lanzó el álbum “Pies Descalzos”, que marcó un giro en su carrera.

Este álbum, con éxitos como “Estoy Aquí” y “Dónde Estás Corazón”, catapultó a Shakira a la fama en América Latina.

El éxito del álbum le trajo reconocimiento no solo por su poderosa voz, sino también por sus habilidades como compositora y productora.

A partir de ese momento, Shakira comenzó a moldear su imagen como una artista completa, escribiendo sus propias canciones y participando en todos los aspectos de la producción.

El éxito continuó con el lanzamiento de “¿Dónde Están los Ladrones?” en 1998, un álbum que consolidó su posición como una de las artistas más importantes de América Latina.

Este álbum fue inspirado por un incidente en el que la maleta de Shakira, que contenía todas las letras que había escrito, fue robada.

Ella quedó devastada, pero logró reunir fuerzas para escribir nuevas canciones, transformando el dolor en arte.

El álbum incluyó éxitos como “Ojos Así” y “Ciega, Sordomuda”, que ampliaron su alcance internacional.

La verdadera transición de Shakira al escenario internacional ocurrió en 2001, cuando lanzó su primer álbum en inglés, “Laundry Service”.

Con éxitos como “Whenever, Wherever” y “Underneath Your Clothes”, Shakira alcanzó la cima de las listas en todo el mundo.

Sin embargo, esta transición no fue fácil. Shakira, que siempre había compuesto sus canciones en español, tuvo que aprender a expresar sus emociones en un nuevo idioma, lo que representó un desafío significativo.

A pesar de esto, logró adaptar su estilo y conquistar el mercado global.

Pero la presión para mantener ese nivel de éxito fue intensa.

Durante esta fase, Shakira también enfrentó críticas por “americanizar” su pop occidental, y hubo un miedo constante de perder la conexión con sus raíces latinas, algo que siempre ha sido central para su identidad artística.

Aunque Shakira estaba en la cima de su carrera, su vida personal estaba lejos de ser perfecta.

En el año 2000, inició una relación con Antonio de la Rúa, hijo del entonces presidente argentino Fernando de la Rúa.

Estuvieron juntos por más de una década, y Antonio desempeñó un papel importante en su carrera, siendo uno de sus principales asesores.

Sin embargo, la relación terminó en 2010, lo que fue un duro golpe para Shakira tanto emocional como profesionalmente.

La separación fue seguida por una prolongada batalla legal en la que Antonio exigió una parte significativa de su fortuna, alegando que había sido fundamental para el éxito de la cantante.

La vida amorosa de Shakira volvió a ser noticia cuando comenzó a salir con el futbolista español Gerard Piqué en 2011.

Se conocieron durante la grabación del videoclip de “Waka Waka (This Time for Africa)”, la canción oficial de la Copa del Mundo de 2010.

Shakira y Piqué formaron una de las parejas más populares del mundo de las celebridades y tuvieron dos hijos juntos, Milan y Sasha.

Sin embargo, esta relación tampoco estuvo libre de controversias.

En 2022, surgieron rumores de que Piqué estaba teniendo una aventura, lo que llevó a la separación de la pareja.

Esta etapa fue extremadamente dolorosa para Shakira, quien se vio envuelta en una tormenta mediática mientras intentaba proteger a sus hijos y lidiar con la traición pública.

Esta experiencia sacó a relucir la vulnerabilidad de Shakira y mostró el lado oscuro de ser una figura pública, donde cada detalle personal es explotado por los medios.

En los últimos años, Shakira ha enfrentado una serie de problemas legales que han complicado aún más su vida.

En 2018, fue acusada de evasión fiscal por el gobierno español, que alegó que la cantante no pagó los impuestos correspondientes entre 2012 y 2014, período en el cual ella afirmó residir en Las Bahamas, pero pasaba la mayor parte del tiempo en España.

La situación legal se convirtió en una pesadilla pública, con el gobierno español exigiendo una gran suma en impuestos atrasados y multas.

Aunque Shakira ha afirmado su inocencia y ha argumentado que siempre actuó de acuerdo con la ley, la batalla legal continúa, añadiendo estrés e incertidumbre a su vida.

En 2016, Shakira y Carlos Vives lanzaron “La Bicicleta”, una canción que rápidamente se convirtió en un éxito en toda América Latina y en otras partes del mundo.

La canción, con una mezcla de vallenato y pop, ganó varios premios, incluido el Grammy Latino a la Canción del Año.

Sin embargo, en 2017, la canción fue objeto de una demanda por plagio presentada por el cantante y compositor cubano Liván Rafael Castellano Valdés, conocido como Livam.

Livam alegó que “La Bicicleta” copiaba partes significativas de su canción “Yo Te Quiero Tanto”, lanzada en 1997.

Afirmó que la melodía y algunas letras de “La Bicicleta” eran muy similares a las de su canción, lo que generó un gran debate sobre la originalidad del trabajo de Shakira y Carlos Vives.

La acusación de plagio fue un duro golpe para Shakira, cuya reputación como compositora y artista estaba en juego.

El caso ganó prominencia en los medios, con muchos fanáticos y críticos divididos entre quienes defendían a Shakira y Vives y quienes creían que había de hecho similitudes entre las canciones.

Durante el proceso, Shakira y Vives negaron rotundamente cualquier acto de plagio, alegando que nunca habían escuchado la canción de Livam antes y que “La Bicicleta” era una creación original.

En 2019, tras dos años de batallas judiciales, el Tribunal de Comercio de Madrid decidió a favor de Shakira y Carlos Vives, concluyendo que no había pruebas suficientes para apoyar las acusaciones de plagio hechas por Livam.

El tribunal determinó que las canciones eran lo suficientemente diferentes en términos de melodía, armonía y ritmo, cerrando el caso a favor de los artistas colombianos.

Aunque Shakira salió victoriosa de este proceso, la polémica dejó una marca en su carrera, resaltando los desafíos que enfrentan los artistas en un escenario donde la originalidad y la propiedad intelectual son constantemente cuestionadas.

La acusación de plagio con “La Bicicleta” destacó cómo la fama y el éxito también pueden atraer problemas legales y controversias, incluso para artistas consagrados como Shakira.

Otro momento controvertido en la carrera de Shakira ocurrió durante el espectáculo de medio tiempo del Super Bowl en 2020, que compartió con Jennifer López.

Aunque la actuación de ambas artistas fue ampliamente elogiada por su energía y la celebración de la cultura latina, algunos críticos y espectadores plantearon preguntas sobre el contenido del espectáculo, acusándolo de ser excesivamente sexualizado.

Durante la performance, Shakira hizo un movimiento con la lengua conocido como “zaghrouta”, un grito de alegría y celebración en la cultura árabe, que fue malinterpretado por muchos espectadores.

El gesto generó una ola de memes y comentarios en las redes sociales, y algunos críticos acusaron al espectáculo de ser vulgar o inapropiado para un evento familiar como el Super Bowl.

Shakira respondió a las críticas con la misma dignidad que ha mostrado en otras situaciones difíciles, explicando el significado cultural del gesto y enfatizando que el show fue una celebración de la diversidad y del patrimonio cultural latino y árabe.

Dejó claro que su objetivo era representar sus raíces y la diversidad cultural de América Latina, y no ofender o chocar al público.

A pesar de todas las dificultades, Shakira sigue siendo una