Angelina Jolie, a sus 49 años, finalmente ha decidido hablar sobre su tumultuosa separación de Brad Pitt, una ruptura que sacudió a Hollywood en septiembre de 2016.

La pareja, que durante muchos años fue conocida como “Brangelina”, estuvo junta por más de una década antes de que su separación fuera provocada por un infame incidente ocurrido en un vuelo privado.

Los detalles que han salido a la luz sobre el altercado en el avión arrojaron más claridad sobre las tensiones que llevaron al divorcio de la pareja, especialmente en relación con el presunto consumo de alcohol de Brad y el conflicto que surgió con su hijo Maddox.

Este episodio fue el detonante para que Angelina decidiera presentar una demanda de divorcio, alegando diferencias irreconciliables y buscando la custodia completa de sus seis hijos.

La separación de una de las parejas más famosas del mundo no pasó desapercibida.

Los medios de comunicación se centraron en las numerosas acusaciones dirigidas contra Brad Pitt, que incluían problemas de abuso de sustancias y diferencias en los estilos de crianza, lo que dio lugar a una prolongada batalla legal por la custodia de los hijos.

Una decisión judicial significativa en 2018 permitió que Brad tuviera un mayor acceso a sus hijos, pero los conflictos sobre la división de los activos financieros y propiedades, especialmente en lo que respecta a Château Miraval, una de sus propiedades más valiosas en Francia, complicaron aún más la situación.

El incidente aéreo, que supuestamente ocurrió en un vuelo de regreso desde Francia a los Estados Unidos, se convirtió en el punto clave en la narrativa de la ruptura.

Según informes, Brad Pitt habría estado bajo los efectos del alcohol durante el vuelo, lo que desencadenó una discusión acalorada con Maddox, su hijo mayor.

Este conflicto aparentemente se volvió físico, y aunque no se presentaron cargos penales, el incidente fue el catalizador que llevó a Angelina a solicitar el divorcio al poco tiempo de aterrizar.

Ella citó “diferencias irreconciliables”, pero el contexto del altercado aéreo, y las tensiones familiares subyacentes, agregaron una dimensión más profunda al drama público.

A medida que el caso de divorcio avanzaba, se revelaron más detalles sobre las acusaciones contra Brad Pitt.

Los medios de comunicación informaron sobre su lucha con el consumo de alcohol y otras sustancias, algo que él mismo reconoció más tarde y por lo que decidió buscar ayuda.

En entrevistas posteriores, Brad admitió que, en el pasado, había lidiado con problemas de consumo excesivo de alcohol y que, tras la separación, había tomado la decisión de adoptar un estilo de vida más sobrio.

También reconoció que su comportamiento en la familia no había sido siempre el más adecuado, y que había trabajado arduamente para mejorar sus relaciones con sus hijos.

Sin embargo, el camino hacia la recuperación y la reconciliación con sus hijos no ha sido fácil. Según se informó, la relación de Brad con Maddox ha sido particularmente tensa.

Maddox, quien fue adoptado por Angelina antes de que comenzara su relación con Brad, habría tomado la decisión de distanciarse de su padre después del incidente en el avión.

En un gesto simbólico, tanto Maddox como algunos de sus hermanos optaron por eliminar “Pitt” de sus nombres, lo que reflejaba la ruptura en la relación familiar.

Los informes también indican que otros hijos de la pareja, como Pax y Zahara, también han tenido una relación distante con Brad desde la separación, aunque algunos medios han mencionado que el actor ha mantenido una relación más cercana con los más pequeños, Shiloh y los gemelos Knox y Vivienne.

Además de la lucha por la custodia, la división de bienes fue otro aspecto complejo del divorcio. Una de las principales fuentes de conflicto fue Château Miraval, la lujosa propiedad y viñedo en el sur de Francia que la pareja había comprado juntos en 2008.

No solo era un activo financiero significativo, sino que también tenía un valor sentimental para la pareja, ya que fue el lugar donde celebraron su boda en 2014.

El conflicto sobre la propiedad del viñedo se complicó aún más cuando se descubrió que Angelina había vendido su participación a un tercero sin el consentimiento de Brad, lo que desató una nueva batalla legal entre los dos.

Brad alegó que Angelina había actuado de manera ilegal al vender su parte de la propiedad sin consultarlo previamente, ya que ambos habían acordado en su contrato de matrimonio no vender ninguna parte de sus activos sin el consentimiento mutuo.

A pesar de los numerosos desafíos legales y emocionales, tanto Brad como Angelina han seguido adelante con sus vidas.

Angelina ha encontrado refugio en su papel como madre, dedicándose a tiempo completo al bienestar de sus hijos.

Además, ha reanudado su trabajo humanitario, viajando a diferentes países en conflicto como parte de su labor con la ONU.

A lo largo de los años, ha continuado usando su plataforma para defender los derechos de los refugiados y las mujeres en situaciones de vulnerabilidad, a menudo llevando consigo a sus hijos en estos viajes.

Ha hablado abiertamente sobre la importancia de mantener a su familia unida y de ofrecer a sus hijos un ambiente estable y amoroso, a pesar de las dificultades que han enfrentado.

Por su parte, Brad Pitt ha canalizado sus esfuerzos en su recuperación personal.

Después de admitir públicamente sus problemas con el alcohol, se comprometió a llevar una vida sobria y a mejorar su bienestar emocional.

Además de asistir a terapia, Brad ha encontrado consuelo en sus pasiones creativas.

Además de su carrera como actor, que ha continuado con éxito, con actuaciones aclamadas por la crítica en películas como *Once Upon a Time in Hollywood*, Brad también ha explorado su amor por la escultura y el arte.

Ha dedicado tiempo a desarrollar su talento como escultor, y algunas de sus obras han sido exhibidas en galerías.

A pesar de las cicatrices emocionales de su ruptura, tanto Angelina como Brad parecen estar en un proceso de sanación.

Aunque las tensiones entre ellos persisten, especialmente en lo que respecta a la custodia de sus hijos y la división de sus bienes, hay señales de que ambos están dispuestos a dejar de lado las hostilidades por el bienestar de su familia.

En entrevistas recientes, Brad ha expresado su deseo de mejorar su relación con sus hijos, mientras que Angelina ha enfatizado la importancia de mantener un ambiente saludable para ellos, independientemente de las diferencias entre ella y Brad.

A medida que ambos continúan con sus vidas, los fans de la ex pareja mantienen la esperanza de que algún día puedan encontrar una forma de reconciliación.

Aunque es poco probable que retomen su relación romántica, la posibilidad de que puedan sanar sus heridas y reconstruir una relación de respeto mutuo como padres sigue siendo una esperanza para aquellos que han seguido su historia de cerca.

En última instancia, la historia de Brad Pitt y Angelina Jolie es una lección sobre la resiliencia, el amor familiar y la capacidad de superar las adversidades más difíciles en la búsqueda de la paz y el bienestar.

En resumen, la separación de Brad Pitt y Angelina Jolie fue un acontecimiento que sacudió no solo a Hollywood, sino también a sus familias y seguidores en todo el mundo.

Aunque el camino hacia la recuperación ha sido difícil, ambos han demostrado una notable fortaleza en su esfuerzo por sanar y avanzar, mientras continúan priorizando el bienestar de sus hijos.