El reciente funeral de Alejandro Fernández de Araoz Marañón reunió a varios miembros de la realeza española, incluyendo a los reyes Felipe VI y Letizia, junto con el rey emérito Juan Carlos I, lo que provocó una gran controversia debido a la clara distancia entre los dos grupos. Esta situación ha generado mucho interés en los medios, especialmente por la falta de interacción entre ellos, lo que refuerza las especulaciones sobre las tensiones familiares que han plagado a la familia real en los últimos años.

Alessandro Lequio, colaborador habitual de televisión, fue invitado al programa “El Hormiguero”, donde lanzó duras críticas a la reina Letizia y el actual estado de la familia real. Durante la conversación, Lequio puso énfasis en la ausencia de la reina Letizia en la reciente comida familiar en el Palacio de la Zarzuela, a la que sí asistió el rey emérito junto a otros miembros de la familia, como su hija la infanta Elena y su nieta Victoria Federica. Este evento familiar se dio, además, en coincidencia con el cumpleaños número 24 de Victoria Federica, lo que hizo aún más notoria la falta de la reina consorte.

Lequio no se detuvo ahí y subrayó la hipocresía que, según él, existe en torno a la relación entre Juan Carlos I y Zarzuela. A pesar de que el emérito oficialmente no puede quedarse a dormir en el palacio, Lequio sugirió que, de manera discreta, él pasa más tiempo allí de lo que se reconoce públicamente. También reveló que la infanta Cristina y sus hijos suelen alojarse en Zarzuela cuando están en España, lo que añade complejidad a la dinámica familiar, dado que la presencia de Juan Carlos en el palacio es motivo de controversia dentro de la familia.

El papel de Victoria Federica en esta narrativa es particularmente intrigante. En su reciente aparición en “El Hormiguero”, la joven se mostró muy reservada respecto a su familia y evitó hacer cualquier mención directa a su tío Felipe VI o a su tía Letizia, concentrándose únicamente en hablar de su vida personal y sus experiencias. Su entrevista generó un notable interés mediático, alcanzando altos niveles de audiencia, lo que ha sido interpretado por algunos como un desafío a la postura de discreción que Felipe y Letizia intentan mantener.

Las tensiones entre los diferentes miembros de la familia real no son nuevas, y la creciente exposición mediática de Victoria Federica, quien ha optado por una vida pública como influencer y personaje mediático, ha sido fuente de fricción. Se ha reportado que tanto Felipe VI como Letizia prefieren mantener alejadas a sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, de la influencia de Victoria y su hermano Froilán, debido a su estilo de vida, el cual consideran incompatible con la imagen que desean proyectar para la monarquía.

Este conflicto familiar no solo se refleja en los eventos recientes, sino que tiene raíces más profundas. Hace poco más de un año, se supo que la reina emérita Sofía intentó reunir a todos sus nietos en Marivent para pasar el verano juntos, como solían hacerlo en el pasado. Sin embargo, Felipe VI y Letizia establecieron una condición: que sus hijas no coincidieran en ningún momento con Froilán o Victoria Federica, lo que demuestra claramente el distanciamiento entre ambos grupos.

La exposición de estos conflictos en programas de televisión y la falta de una relación visible entre los diferentes miembros de la familia real española están alimentando aún más las especulaciones sobre el futuro de la institución. El contraste entre la discreción que Felipe VI y Letizia intentan proyectar y la creciente notoriedad mediática de figuras como Victoria Federica está creando un ambiente tenso y, en muchos sentidos, difícil de reconciliar.

En su intervención en “El Hormiguero”, Victoria Federica trató de mostrarse como una persona normal y accesible, en un intento por mejorar su imagen pública. Sin embargo, su participación en el programa también ha sido interpretada como un gesto que, aunque aparentemente inofensivo, podría haber incomodado a la institución. Según algunos comentaristas, la realeza española ha optado por una estrategia de comunicación basada en la moderación y el bajo perfil, lo que contrasta directamente con las apariciones mediáticas de Victoria.

En este contexto, resulta interesante ver cómo evolucionará la relación entre los distintos miembros de la familia real y cómo impactará esto en la imagen de la monarquía ante el público. Aunque Victoria Federica no mencionó a sus familiares más cercanos durante su entrevista, su presencia pública y la atención que ha generado inevitablemente seguirán siendo un tema de interés en los medios y, posiblemente, una fuente de tensiones dentro de la familia real.

Por ahora, lo único claro es que las divisiones dentro de la familia real española son profundas y están lejos de resolverse. Mientras tanto, figuras como Victoria Federica continúan desafiando el modelo de discreción que la monarquía intenta imponer, lo que sin duda seguirá generando titulares y debates en los próximos meses.