Jim Caviezel, el actor que interpretó a Jesús en la controvertida película *La Pasión de Cristo* dirigida por Mel Gibson, ha declarado en varias entrevistas que vivió experiencias extraordinarias y a menudo dolorosas durante la filmación, lo que lo llevó a sentir que compartió el sufrimiento de Jesucristo de una manera muy personal y profunda.

La película, que se estrenó en 2004, se destaca por su representación cruda y visceral de las últimas horas de la vida de Jesús, incluyendo su flagelación, el vía crucis y la crucifixión.

Caviezel afirma que, a lo largo del rodaje, vivió una serie de experiencias que fueron más allá de las meras coincidencias, llegando a sentir una conexión espiritual única con el personaje que interpretaba.

Una de las experiencias más impactantes que Caviezel relata es la ocasión en que fue alcanzado por un rayo mientras estaba en el set. Según el propio actor, este incidente ocurrió durante una de las escenas más importantes de la película: el Sermón de la Montaña.

Caviezel estaba en lo alto de una colina pronunciando las palabras de Jesús cuando, de repente, un rayo cayó sobre él.

Afortunadamente, no sufrió heridas graves, pero la experiencia fue lo suficientemente intensa como para ser recordada como un momento decisivo para el actor y el equipo de filmación.

Caviezel considera este evento como una señal espiritual, interpretándolo como una experiencia sobrenatural que lo acercó aún más a Jesús y su misión.

Otro momento significativo para Caviezel durante la filmación fue cuando se dislocó un hombro mientras llevaba la cruz en la recreación del vía crucis. Durante esta escena, que es una de las más largas y emocionalmente agotadoras de la película, el actor tuvo que cargar una cruz de madera que pesaba alrededor de 70 kilogramos.

En medio de la filmación, una caída desafortunada provocó que Caviezel se dislocara el hombro, lo que le causó un dolor inmenso.

En lugar de detener la producción, el director Mel Gibson decidió continuar rodando para capturar el sufrimiento real del actor, lo que le dio a la película una autenticidad cruda y perturbadora.

Caviezel afirma que este dolor físico lo ayudó a comprender, aunque en una pequeña medida, el sufrimiento que Jesús habría experimentado durante su camino hacia el Calvario.

Además de estas lesiones físicas, el rodaje de *La Pasión de Cristo* fue un desafío emocional y espiritual constante para Caviezel. El actor, que es un devoto católico, ha hablado abiertamente sobre cómo aceptó el papel de Jesús como un acto de fe.

Sabía que la película sería controversial, y que muchos podrían criticar su representación violenta y gráfica de la crucifixión, pero Caviezel estaba convencido de que tenía un propósito más elevado. Según él, interpretar a Jesús no solo fue un trabajo actoral, sino también una misión espiritual.

A lo largo del proceso, experimentó lo que describió como ataques espirituales, afirmando que sentía una opresión invisible que trataba de disuadirlo de continuar con el papel. Sin embargo, su fe y su dedicación lo mantuvieron firme.

Una de las escenas más impactantes de la película es la flagelación de Jesús, en la que Caviezel fue literalmente golpeado durante el rodaje. Aunque los latigazos estaban diseñados para ser simulados, en más de una ocasión, los látigos reales alcanzaron su espalda, dejándole cicatrices temporales.

El actor comentó que este dolor lo ayudó a profundizar su conexión con el sufrimiento de Cristo y que le dio una nueva perspectiva sobre la historia que estaba contando.

Mel Gibson, conocido por su perfeccionismo, también exigió a Caviezel que permaneciera en el personaje incluso durante los descansos, lo que añadía una capa adicional de agotamiento mental y emocional al proceso de filmación.

Más allá del dolor físico, Caviezel también enfrentó desafíos con las condiciones climáticas extremas durante la filmación. Las largas horas de trabajo en temperaturas extremadamente frías, especialmente durante las escenas de la crucifixión, tuvieron un efecto considerable en su salud.

En la escena de la crucifixión, el actor estuvo expuesto al viento frío durante horas, lo que eventualmente le provocó una neumonía.

Caviezel ha mencionado que sus labios estaban tan azulados por el frío que los maquilladores tuvieron que usar retoques digitales en la postproducción para corregir el color.

Además, sufrió una infección pulmonar grave que lo debilitó considerablemente, pero nunca se quejó ni pidió detener el rodaje, convencido de que todo lo que estaba experimentando formaba parte de un plan más grande.

La dedicación de Caviezel a este papel también tuvo consecuencias personales y profesionales. Después del éxito y la controversia que rodearon a *La Pasión de Cristo*, muchos en Hollywood se distanciaron de él, lo que afectó su carrera.

En una entrevista posterior, Caviezel comentó que interpretar a Jesús “me mató como actor” en términos de las oportunidades que recibió después.

Sin embargo, a pesar de esto, el actor nunca lamentó haber tomado el papel. Para él, la experiencia fue mucho más que un trabajo; fue una manifestación de su fe y una oportunidad de compartir un mensaje importante con el mundo.

A lo largo de los años, Caviezel ha continuado defendiendo *La Pasión de Cristo* como una de las películas más significativas de su carrera. Ha dicho en múltiples ocasiones que fue un honor y un privilegio representar a Jesús, y que cada dificultad que enfrentó durante el rodaje solo lo fortaleció en su fe.

Mel Gibson también ha reconocido la dedicación extrema de Caviezel, señalando que pocos actores habrían soportado las pruebas físicas y emocionales que él enfrentó durante la producción.

El director, que también es católico, sintió que la entrega total de Caviezel al papel era lo que le daba a la película su autenticidad emocional.

En retrospectiva, Jim Caviezel ha expresado que su participación en *La Pasión de Cristo* fue una experiencia que cambió su vida. Aunque sufrió dolor físico, enfermedades y desafíos espirituales, todo esto solo sirvió para profundizar su relación con Dios y fortalecer su fe.

También ha hablado sobre cómo el papel le permitió conectarse con personas de todo el mundo que vieron la película y fueron profundamente conmovidas por su interpretación.

Caviezel ha compartido historias de personas que se acercaron a él para contarle cómo la película cambió sus vidas y los llevó a una mayor comprensión de la fe cristiana.

Hoy en día, Caviezel sigue siendo una figura polarizadora en Hollywood. Aunque su carrera no ha seguido el mismo camino que otros actores de su generación, su compromiso con su fe y su integridad personal lo han mantenido firme.

Continúa actuando en películas, a menudo con temáticas cristianas o espirituales, y sigue siendo una voz fuerte en la defensa de su fe.

En resumen, el papel de Jesús en *La Pasión de Cristo* fue mucho más que un trabajo para Caviezel; fue una experiencia transformadora que lo dejó marcado tanto física como espiritualmente, y que sigue impactando su vida hasta el día de hoy.

A través de todas estas experiencias, Jim Caviezel ha mostrado una notable resistencia y dedicación a su arte y a su fe. La historia de su tiempo en el set de *La Pasión de Cristo* es un recordatorio de lo que significa verdaderamente entregarse a un papel, no solo como actor, sino como ser humano.