La crónica social y el mundo del entretenimiento en España están de luto tras la reciente muerte del periodista Jimmy Jiménez Arnau, un hombre que durante décadas fue una figura icónica de la televisión y el periodismo rosa. Jimmy, conocido por su carácter sarcástico, su estilo único y su afición al fútbol, falleció el 17 de septiembre de 2024 a los 80 años, dejando un legado de opiniones controvertidas y una vida personal cargada de momentos turbulentos y conmovedores.

Jimmy falleció tan solo tres días después de celebrar su cumpleaños, un hecho que ha marcado profundamente a su entorno más cercano, especialmente a su esposa, Sandra Salgado, con quien compartió una larga y amorosa relación. Sandra no tardó en hacer pública la noticia del fallecimiento de su esposo y reveló un detalle muy personal: el último deseo que Jimmy no pudo cumplir antes de morir. Este anhelo, que ha causado una ola de emotivas reacciones, estaba profundamente ligado a una de sus grandes pasiones: el fútbol y, en particular, su equipo de toda la vida, el Real Madrid.

 

El último gran deseo de Jimmy Jiménez Arnau, tal y como confesó su esposa Sandra a la conocida figura de televisión Belén Esteban, era ver terminado el nuevo estadio Santiago Bernabéu, que ha estado en remodelación durante los últimos años. La revelación de este deseo no cumplido ha tocado las fibras sensibles de muchos aficionados al fútbol y amigos cercanos del periodista, quienes sabían de su ferviente pasión por el equipo blanco. Jimmy no solo era un seguidor del Real Madrid, sino que había estado vinculado personalmente con el club en su juventud, ya que llegó a jugar en las divisiones inferiores del equipo, lo que incrementaba aún más su afecto por la institución.

Durante sus últimas conversaciones con amigos cercanos, entre ellos el también colaborador televisivo Kiko Matamoros, Jimmy compartía a menudo su entusiasmo por el avance de las obras del nuevo estadio. Siempre se mostró ilusionado con la idea de poder verlo terminado y asistir a un partido en el que su amado equipo jugara en la renovada casa blanca. Desafortunadamente, este sueño se vio truncado por su repentina muerte, algo que ha dejado una profunda tristeza entre quienes lo conocían.

Uno de los amigos más cercanos de Jimmy Jiménez Arnau, el colaborador de televisión Kiko Matamoros, no ha podido ocultar su emoción y tristeza tras la pérdida de su amigo. Matamoros, con quien compartía largas conversaciones sobre fútbol y otras pasiones, ha confesado públicamente su deseo de rendirle un homenaje muy especial a Jimmy: arrojar parte de sus cenizas en el estadio Santiago Bernabéu. A pesar de que esta acción está prohibida, Kiko ha expresado su voluntad de hacer lo posible para honrar la memoria de su amigo de una manera que refleje su amor por el equipo que tanto significó para él.

Matamoros también recordó cómo Jimmy hablaba con cercanía de figuras emblemáticas del Real Madrid, especialmente de Alfredo Di Stéfano, a quien consideraba no solo una leyenda del fútbol, sino también un amigo personal. Estos recuerdos y las historias que Jimmy compartía sobre su pasado en el mundo del deporte permitieron a sus amigos verlo como alguien que iba más allá de ser un simple aficionado, sino como alguien con una conexión profunda y personal con la historia del club.

 

Si bien el deseo de ver finalizado el estadio del Real Madrid quedó pendiente, la vida de Jimmy Jiménez Arnau estuvo marcada por otros anhelos y deseos, algunos de los cuales tampoco se materializaron. Uno de los momentos más dolorosos en su vida fue su relación fallida con su hija Leticia, fruto de su matrimonio con Merry Martínez-Bordiú, nieta del dictador Francisco Franco. A lo largo de los años, Jimmy fue muy vocal sobre las dificultades que tuvo para mantener una relación con su hija, acusando a su exesposa de haber obstaculizado cualquier intento de acercamiento.

Según reveló en diversas entrevistas, incluidas aquellas más personales como la que ofreció a Bertín Osborne en el programa Mi casa es la tuya, Jiménez Arnau luchó durante años para poder ver a su hija, llegando incluso a ganar múltiples batallas legales tanto en España como en Estados Unidos. Sin embargo, afirmó que su exmujer ignoraba las órdenes judiciales y dificultaba que él pudiera ejercer su derecho de visita. Este conflicto con su hija fue uno de los episodios más duros de su vida, y aunque siempre le deseó lo mejor, terminó por aceptar que su relación estaba irremediablemente rota. En sus últimas declaraciones sobre el tema, Jimmy confesó que no sabía ni le importaba dónde vivía Leticia y que no esperaba recibir una llamada de ella.

En contraste con su relación turbulenta con su hija, Jimmy vivió una historia de amor tranquila y estable con Sandra Salgado, su última pareja y quien lo acompañó hasta el final de sus días. Ambos se conocieron en 2007, cuando Sandra lo entrevistó para el programa Dolce Vita. Desde aquella primera conversación telefónica, que duró más de dos horas, surgió una conexión inmediata que se consolidó cuando se vieron en persona. Tras varios años de relación, la pareja contrajo matrimonio, manteniendo siempre un perfil bajo y discreto en cuanto a su vida personal.

Sandra Salgado ha sido una figura clave en la vida de Jimmy durante sus últimos años, brindándole amor y apoyo en todo momento. Jimmy llegó a expresar públicamente en varias ocasiones el profundo respeto y admiración que sentía por su esposa, y cómo ella había transformado su vida. Una de las confesiones más personales del periodista fue su deseo de ser padre junto a Sandra, algo que intentaron lograr mediante inseminación artificial, pero que desafortunadamente no pudieron cumplir. A pesar de este dolor, la pareja se mantuvo unida y centrada en su mutuo cariño y respeto.

 

Jimmy Jiménez Arnau será recordado como una de las figuras más icónicas y polémicas de la televisión española. Su estilo irreverente y directo lo convirtió en un colaborador imprescindible en programas como Sálvame, donde no dudaba en compartir su opinión sin filtros. Su capacidad para mezclar el humor con la crítica mordaz le ganó tanto seguidores como detractores, pero sin duda alguna dejó una huella imborrable en el mundo del entretenimiento.

Su relación con el mundo del espectáculo y la crónica social fue extensa y compleja. Jimmy no solo opinaba sobre los demás, sino que él mismo fue protagonista de muchos titulares debido a su vida personal y su vinculación con la familia Franco a través de su exesposa. Esta conexión con una de las familias más poderosas de España le otorgó una posición única en la sociedad, aunque también le generó problemas, especialmente en relación con la custodia de su hija.

La muerte de Jimmy Jiménez Arnau deja un vacío en la televisión y en el corazón de aquellos que lo conocieron de cerca. Su último deseo, ver el nuevo estadio Santiago Bernabéu, es un recordatorio de cómo, incluso al final de la vida, siempre quedan sueños por cumplir. Sin embargo, su legado, tanto personal como profesional, perdurará en la memoria de todos aquellos que lo admiraron por su autenticidad y su pasión por la vida, el fútbol y el periodismo.