El martes 17 de septiembre de 2024 será recordado como un día triste en la historia de la prensa del corazón en España, ya que se anunció el fallecimiento de Jimmy Jiménez Arnau, a la edad de 80 años. Este icónico periodista y colaborador de programas de televisión, conocido por su fuerte personalidad y polémicas intervenciones, dejó un legado que marcó a la televisión española durante décadas. La noticia de su muerte fue dada a conocer en directo en el programa “Sálvame”, donde durante años había sido un colaborador fijo. La noticia no solo sacudió a sus compañeros de plató, sino también a su audiencia, quienes se quedaron consternados al enterarse del fallecimiento de una de las figuras más controversiales y queridas de la televisión.

Jimmy Jiménez Arnau nació en 1944 en Madrid, y desde joven mostró un gran interés por el periodismo y la comunicación. A lo largo de su carrera, se destacó como corresponsal de guerra, escritor y colaborador en diferentes medios de comunicación. Fue cofundador de la revista satírica “Hermano Lobo”, donde escribía bajo el seudónimo de Jimmy Corso. Pero sin duda, su salto definitivo a la fama ocurrió en el mundo de la prensa rosa, a raíz de su matrimonio con María del Mar Martínez-Bordiú Franco, nieta del dictador Francisco Franco.

 

Su matrimonio con Martínez-Bordiú fue un acontecimiento que lo catapultó a la fama en la prensa del corazón, y su separación lo llevó a compartir en los medios detalles íntimos sobre su vida con la familia Franco, algo que generó controversia en su momento. De hecho, en 2019 publicó un libro titulado Yo, Jimmy: mi vida entre los Francos, donde reveló secretos y detalles hasta entonces desconocidos sobre esa etapa de su vida.

Jimmy no solo se destacó como periodista y escritor, sino también como una figura polémica en los platós de televisión. Su participación en debates y tertulias fue siempre marcada por su estilo directo, sarcástico y, en ocasiones, agresivo. Fue colaborador habitual de programas como Tómbola y Sálvame, donde su presencia no pasaba desapercibida. Uno de los momentos más recordados en televisión fue su enfrentamiento con la vedette Norma Duval, cuando ella le lanzó un zapato en directo durante una entrevista en Onda Cero, en 1993. Este incidente quedará para siempre en la memoria de la televisión española.

Sin embargo, fue en Sálvame donde Jimmy dejó una huella imborrable. Desde el inicio del programa en 2009, formó parte del equipo de colaboradores habituales, donde aportaba su experiencia y opiniones críticas, muchas veces en medio de tensos enfrentamientos con sus compañeros. Su última aparición en televisión fue en uno de los últimos programas de Sálvame, antes de su cancelación en 2023. Jimmy había expresado en varias ocasiones su deseo de retirarse de la televisión en Sálvame, programa del que él mismo reconocía ser fanático. Sin embargo, tras la cancelación del espacio, poco se supo de él en los últimos meses, y su estado de salud permaneció en la sombra, lo que hizo que la noticia de su muerte fuera aún más impactante para quienes lo conocían.

El fallecimiento de Jimmy Jiménez Arnau fue anunciado en directo en el programa Sálvame, lo que generó un momento de gran conmoción en el plató. Colaboradores cercanos a él, como Kiko Matamoros, Belén Esteban, Kiko Hernández y Lydia Lozano, no pudieron contener las lágrimas al recibir la triste noticia. La incredulidad y el shock dominaron el ambiente, ya que pocos sabían que Jimmy pudiera estar atravesando problemas de salud.

 

Una de las historias más dolorosas y complejas en la vida de Jimmy Jiménez Arnau fue su relación con su hija, Leticia. Producto de su matrimonio con María del Mar Martínez-Bordiú, Jimmy tuvo a su única hija, Leticia, con quien tuvo una relación extremadamente distante durante gran parte de su vida. Jimmy confesó en varias ocasiones no tener ningún tipo de contacto con su hija desde que ella tenía 10 años, lo que significa que pasaron más de 30 años sin verse.

En entrevistas previas, el periodista admitió no estar interesado en retomar la relación con su hija, incluso cuando se le preguntaba qué haría si ella lo llamara. En una de sus declaraciones más impactantes, mencionó que no había asistido a los entierros de sus padres y no le interesaban las “imbecilidades” relacionadas con su hija. Esta fría respuesta dejaba entrever el profundo dolor y resentimiento que existía en esa relación, una herida abierta que nunca llegó a cerrarse.

Con la muerte de Jimmy, se ha confirmado que la reconciliación entre padre e hija nunca se dio, dejando una sombra trágica sobre la vida familiar del periodista. Leticia, ahora con 43 años, no tuvo contacto con su padre durante gran parte de su vida, algo que sin duda añade un elemento doloroso a su historia personal.

A pesar de su distanciamiento con su hija y la pérdida de sus padres, Jimmy Jiménez Arnau siempre fue una figura querida por sus amigos y colegas del mundo del espectáculo y la televisión. Aunque su vida personal estuvo marcada por la polémica y los conflictos, logró cultivar relaciones duraderas en el mundo de los medios.

 

Se sabe que Jimmy falleció rodeado de amigos cercanos, pero sin muchos familiares a su lado, lo que refuerza la imagen de un hombre que, pese a su éxito profesional, no logró consolidar lazos fuertes en su entorno familiar. Sin embargo, su legado como una de las figuras más relevantes y polémicas de la televisión española perdurará en la memoria de muchos.

La muerte de Jimmy Jiménez Arnau ha dejado un vacío en el mundo de la televisión y el periodismo del corazón. Su estilo único y su capacidad para generar polémica lo convirtieron en uno de los colaboradores más carismáticos y, a su vez, controvertidos de la televisión. A lo largo de su carrera, Jimmy nunca tuvo miedo de expresar su opinión, aunque eso le costara enfrentamientos y enemistades.

Sus compañeros de Sálvame han destacado su inteligencia y sentido del humor, así como su valentía para hablar sin filtros, algo que le valió tanto admiradores como detractores. A pesar de las críticas que recibió a lo largo de su carrera, Jimmy siempre fue fiel a sí mismo, algo que pocos pueden decir en el competitivo mundo de la televisión.

En definitiva, la muerte de Jimmy Jiménez Arnau marca el fin de una era en la televisión española. Con él se va una figura que, para bien o para mal, siempre dio de qué hablar, y cuyo legado perdurará en la memoria de todos aquellos que lo siguieron a lo largo de los años. Jimmy deja un vacío que será difícil de llenar, pero su recuerdo vivirá en las pantallas y en el corazón de sus colegas y admiradores.